Las empresas vuelven a cumplir con sus bonistas tras el peor año de impagos
Después de que las alarmas sonaron en el año 2002, las empresas europeas han mejorado drásticamente en el pago de sus deudas, adquiridas a través de la emisión de bonos, en el pasado año 2003. La radiografía de los indicadores de impagos corporativos de hace dos años dejaba una sensación preocupante para los inversores en esos instrumentos financieros. Las incógnitas sobre la salud de las empresas, sin embargo, han sido remplazadas con un diagnóstico positivo sobre su capacidad de cumplir con sus obligaciones a la hora de saldar deudas, según se desprende del informe de la agencia de calificación financiera Moody's.
En 2002, las empresas europeas que emiten bonos habían alcanzado las peores tasas de impago de su historia. En ese año, 32 empresas dejaron de pagar los bonos que sumaban más de 43.266 millones de euros, según indica el informe.
Los datos de 2003, sin embargo, son mucho más alentadores: el número de empresas que se ha visto forzadas a declararse incapaz de pagar sus bonos ha caído a la mitad, hasta 17, y la cifra total de impagos es una cuarta parte, 9.701 millones, de la registrada en el año 2002.
Algunos de los casos más sonados de incumplimiento de ese año, como el del fabricante británico de telecomunicaciones, Marconi, o el del proveedor de televisión por cable NTL Communication, eran sólo síntomas de una grave crisis en los sectores de telecomunicaciones, tecnología y energía que crearon un "aluvión de impagos" según señala Michael West, director general de Moody´s en Alemania.
Año negro
El deterioro de los índices de impago entre las empresas europeas era palpable: en el año 2000 sólo 4 firmas fueron incapaces de cumplir con las obligaciones hacia sus bonistas; en 2001 la cifra la cifra se multiplicó y ya eran 25 las corporaciones europeas que no podían responder a los deudores que tocaban a sus puertas para cobrar.
En millones de euros, el salto de 2001 a 2002 ilustraba la gravedad de la situación.En 2001, el monto total de impagos era de 11.340 millones de euros, mientras en 2002 sobrepasaba los 40.000 millones de euros.
El antídoto para lograr que las firmas europeas retomen el buen rumbo, y que sean capaces de cumplir con los compromisos hacia sus bonistas, han sido las medidas empresariales aplicadas en 2003, según el análisis de Moody´s. "En el último año las compañías procedieron a reestructurar y reforzar sus balances, esfuerzo que redundó en una menor incidencia de los impagos" explica Michael West.
Las previsiones para el presente año siguen siendo optimistas, y aunque la firma Moody`s insiste en que no hace pronósticos regionales sobre impagos, augura datos similares a los del año 2003.
Una asignatura pendiente para las empresas europeas, sin embargo, sigue siendo la de recobro, que indica la capacidad de los inversores de recuperar su capital una vez que el deudor ha declarado suspensión de pagos. En esta categoría, los datos de Europa son peores de los de Estados Unidos lo que podría indicar "factores estructurales" como obstáculo para forzar el pago de las empresas.
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