Dos kilos de confianza

No es habitual que, en medio de un partido, un tenista cambie la tensión de su raqueta. Pero ayer, con un indudable gran acierto, Antonio Martínez Cascales, el entrenador de Juan Carlos Ferrero, hizo que le encordaran de uno a dos kilos menos de la tensión habitual (22,5/21,5 kilos). Juan Carlos iba entonces dos mangas a una abajo y parecía haber perdido la confianza en sus golpes: construía bien las jugadas, pero no las acababa. Pero con sólo dos kilos menos consiguió impactar más efecto liftado a la bola cuando tenía el viento a favor y ganó profundidad con el viento en contra. No sé si este hecho fue decisivo o no, pero le devolvió la confianza. Y eso le bastó, porque él nunca bajó la guardia y buscó la victoria hasta el final.

En el doble los problemas fueron otros. La tierra estaba muy húmeda y blanda y las características del juego fueron cambiando a medida que el partido avanzaba. Tanto en el último set del viernes como en los dos que se jugaron ayer los holandeses tuvieron más margen para restar porque el juego era mucho más lento.

Contrariamente, a Nadal y Robredo les costó más cerrar las jugadas. Intentaron sacar mejor sin conseguirlo y bajaron la intensidad del saque, con lo que pasaron a volear demasiado lejos de la red.

Sigo creyendo que son un doble de futuro: tienen buenas condiciones y, a medida que vayan evolucionando en los partidos individuales, mejorarán también en los de dobles.

Josep Perlas es miembro del G-3, grupo de capitanes del equipo español de la Copa Davis, y entrenador de Albert Costa.