Dos informes de la policía incriminan al presunto asesino del Putxet
La policía reconstruye el itinerario que siguió Pérez Rangel tras ocurrir los dos crímenes
Más pruebas contra el presunto asesino del Putxet. Un informe de la Guardia Civil entregado a la juez que lleva el caso concluye que la huella de la palma izquierda de la mano encontrada en la bolsa que cubría la cabeza de unas de las dos víctimas corresponde a Juan José Pérez Rangel, el único encarcelado por el caso. Otro informe de la policía ha reconstruido al detalle las llamadas telefónicas que realizó el acusado para chantajear al marido de un víctima, así como las operaciones que realizó en los cajeros automáticos con las tarjetas de crédito robadas a las mujeres.
Las cámaras de televisión de las oficinas bancarias, de los ferrocarriles y de unos grandes almacenes incorporadas a ese segundo informe de la policía ratifican que Pérez Rangel realizó esas llamadas o esas operaciones bancarias.
La instrucción del caso está prácticamente concluida después de 14 meses de investigación. Pérez Rangel está en prisión desde el 2 de febrero de 2003 acusado de asesinar a María Ángeles Ribot y María Teresa de Diego el 11 y 22 de enero del año pasado, respectivamente, en un aparcamiento de la calle de Bertran de Barcelona. Fuentes judiciales han explicado que en los próximos días la juez cerrará la investigación y trasladará la causa a las partes para que soliciten nuevas pruebas o presenten ya su escrito de conclusiones provisionales.
Los últimos informes policiales se suman a las pruebas incriminatorias que ya existían contra Pérez Rangel: la huella de un zapato ensangrentado encontrada junto a un cadáver y las anotaciones manuscritas sobre los vehículos que entraban y salían del aparcamiento.
En cuanto al informe de la huella de una palma de la mano hallada junto al cadáver de María Teresa de Diego, la policía científica ya emitió un informe en el que indicaba que era de Pérez Rangel. La defensa pidió entonces que la Guardia Civil realizase un contrainforme, pero el resultado fue el mismo (véase EL PAÍS del pasado 9 de noviembre), aunque se detallaba que alguna de esas huellas "carecían de valor identificativo". Eso sirvió a la defensa, ejercida por el despacho de José Rey, para reclamar otro nuevo informe y aclarar si esas huellas de los dedos podrían pertenecer a un delincuente fichado en los archivos que comparten la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.
Ahora, el tercer informe explica que "no se ha encontrado en los archivos ninguna persona o persona con las que se correspondan" esas huellas. Y abunda en que "se identifica el quirograma palmar que consta con la impresión palmar de la mano izquierda como perteneciente a Pérez Rangel".
En cuanto al otro informe, la policía explica que, tras cometer el primer crimen, el supuesto asesino hizo siete llamadas telefónicas, entre el 13 y el 14 de enero, desde cabinas situadas en varios puntos del centro de Barcelona para exigir el pago de dinero por dejar en libertad a una mujer que estaba muerta. Ese informe será muy clarificador para la tesis del fiscal en el juicio con jurado que se celebrará tras el verano.
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