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Reportaje:

Más repulsivo todavía

La británica Channel 4 ensaya la enésima provocación con el documental que muestra un aborto

La británica Channel 4 empezó a moverse en el terreno de la trasgresión en noviembre de 2002, cuando decidió retransmitir en directo la autopsia que el artista y médico alemán Günter von Hagens realizó a un cadáver desde una galería londinense. Dio un paso más, aunque con un considerable fracaso de audiencia, cuando semanas después ofreció un documental sobre "arte extremo chino" en el que los espectadores podían satisfacer sus ansias de morbo contemplando las fotografías de otro artista, Zhu Yu, zampándose el cadáver de un bebé, al tiempo que un colega suyo degustaba los aromas de un vino tinto macerado en un pene humano.

En octubre del año pasado llegó la hora del morbo tenso cuando un maestro de la telepatía se jugó la vida a la ruleta rusa: Derren Brown le pidió a un espectador que introdujera una bala en el cargador y él disparó el revólver contra su sien convencido, gracias a sus sofisticadas técnicas psicológicas, de que la bala no estaba en el agujero fatídico.

Channel 4 viste ahora de ciencia su penúltimo intento por ganar audiencia gracias a la provocación. En esta ocasión se trata de una película que muestra el aborto de un feto de cuatro semanas. El documental, que incluye fotografías de fetos abortados a las 10 y a las 21 semanas, se emitirá a las 23.00 del próximo día 20 si la grabación recibe el visto bueno del jefe de programas de la cadena, Kevin Lygo, que tiene derecho a vetar todas las emisiones consideradas delicadas. Y ésta lo es. O por lo menos lo habría sido en la primavera de 2001, cuando un juez prohibió la emisión de imágenes semejantes utilizadas por un grupo pro vida en un anuncio durante la campaña de las elecciones generales de junio de ese año.

"La película de pro vida contenía 23 imágenes, muchas de ellas repetidas, en un filme de cuatro minutos. Nosotros usamos cuatro imágenes en media hora en una película en la que explicamos las cosas con mucho cuidado. Es absolutamente diferente", se defiende Prash Naik, jefe del equipo jurídico de Channel 4.

"Quiero reabrir el debate sobre el aborto y hacer que la sociedad reexamine su visión", proclama Julia Black, autora del reportaje, en un artículo publicado en The Observer. Ella conoce el tema de cerca. Hija del fundador de las clínicas abortistas Marie Stopes, Black tuvo un aborto a los 21 años y luego parió una criatura cuando tenía 34 años. Dice que quiere retar sus propios instintos pro-abortistas obligando a los grupos que defienden el derecho de la mujer a elegir entre aborto y concepción a "enfrentarse a la dificultad de esta batalla cuando te enfrentas a la poderosa imagen de un bebé muerto".

De momento, las reacciones parecen algo confusas. La Iglesia católica ha subrayado que "cualquier película que muestre un aborto es aberrante" para sus fieles. Pero tanto el grupo pro aborto BPAS como el grupo anti aborto Life esperan que el programa propicie un debate "honesto y abierto".

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