Limpiar el deporte
Las revelaciones del corredor Jesús Manzano sobre el dopaje en el ciclismo superan la idea del fraude en el deporte para alcanzar un indecente grado de horror y perversión. Tras confesar que por dos veces se ha sentido a las puertas de la muerte, se refiere con minucia al consumo de un arsenal farmacológico: EPO, hormona del crecimiento, anabolizantes de toda clase, autotransfusiones de sangre, insulinas de última generación y corticoides, además de los productos inhibidores que permiten burlar los controles. Alrededor se descubre un mundo de jeringuillas, de un mercado negro donde se trafica a precios elevados con sustancias prohibidas, de directores que actúan como tiranos y de médicos sin escrúpulos.
En un ámbito donde Jesús Manzano se refiere al uso del denominado pote belga -un cóctel salvaje que incluye heroína y cocaína- quizá se comprendan mejor los comportamientos adictivos de algunos corredores y las dramáticas circunstancias que han rodeado los recientes fallecimientos de Chava Jiménez y Marco Pantani. La respuesta general del ciclismo ha sido el encubrimientos de las atroces prácticas que lo dominan y un victimismo pueril.
Estamos cada vez más próximos al deporte basura. No tiene sentido aceptar como fascinante, ni como tolerable, la búsqueda del éxito sobre la mentira, el fraude y la utilización de los atletas como cobayas. Eso significa todo lo contrario de los valores sociales que pretende el deporte. Al nuevo Gobierno también le espera una tarea sustancial en este campo. España se distanció hace años de las duras medidas, en algún caso de carácter penal, que se aplican contra el dopaje en Francia e Italia. Por el camino han estallado sonoros escándalos, como los protagonizados por el esquiador Johan Muehlegg, el atleta Alberto García y ahora Manzano. Precisamente porque el deporte español se ha convertido en una potencia planetaria, el Estado tiene que establecer las máximas medidas de control y castigo a los tramposos. Desentenderse de esta obligación sería colaborar, aunque sólo fuera por omisión, en el degradante paisaje que ha descrito Jesús Manzano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Montero sobre la gestión sanitaria en Andalucía: “Moreno quiere coquetear con el copago”
El Papa lamenta en su mensaje de Navidad el sufrimiento de la población de Gaza
Las princesas Beatriz y Eugenia de York se unen a la Navidad real en Sandringham tras el año funesto de sus padres por el ‘caso Epstein’
Mueren dos menores en el incendio de una vivienda en Alhaurín el Grande (Málaga)
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith




























































