UN DECÁLOGO PARA CRUCERISTAS

ALGUNOS DETALLES a tener en cuenta a la hora de elegir y preparar un viaje en crucero.

1 Elegir el barco.

Hay barcos para todos los gustos y bolsillos, algo a tener en cuenta a la hora de decidirse por uno u otro crucero: para familias, para parejas de luna de miel, para los que buscan diversión... En algunos, los programas de animación están pensados para el público anglosajón, mientras que en otros el ambiente es latino. En general, la calidad del servicio a bordo viene dada por la proporción entre el número de pasajeros y el de tripulantes.

2 El idioma.

Si sólo habla español, pregunte en la agencia de viajes si éste es uno de los idiomas oficiales a bordo.

3 El camarote.

Que sea interior o exterior tiene una importancia relativa. Los cruceros están pensados para que usted pase el menor tiempo posible en el camarote; también puede ocurrir que delante de su ventana haya una barca de salvamento.

4 Las escalas.

Debe saber que en los cruceros el barco es el auténtico destino, y las escalas, una actividad más del programa. Las excursiones opcionales suelen ser caras, pero a veces (el tiempo en tierra es limitado) son la única opción.

5 Puntualidad.

Muy importante: si llega tarde al embarque, no le esperarán, y buscar un medio de transporte hasta el siguiente puerto será de su exclusiva responsabilidad. Si tiene que tomar un vuelo hasta el puerto de embarque, puede ser interesante llegar un día antes y contratar una noche de hotel para prevenir retrasos que le harían perder el barco.

6 Las comidas.

Salvo en los cruceros "todo incluido", las bebidas y extras no están comprendidos y pueden disparar el presupuesto.

7 Tasas y traslados.

Hay que enterarse de si en el precio están incluidos el traslado al lugar de salida y llegada del crucero y las tasas de embarque. Conviene contratar un seguro adicional que cubra los gastos médicos (las consultas a bordo no están incluidas) y los de cancelación.

8 Dinero.

Como ocurre con el idioma, hay que informarse de las divisas y tarjetas de crédito aceptadas a bordo. Lo más cómodo para pagar pequeñas cantidades en el barco es utilizar una especie de pasaporte que se recoge al embarcar y en el que se van acumulando los gastos hasta el último día. Las propinas son norma general a bordo de los cruceros. No suelen estar incluidas en el precio y se entregan, en sobres preparados a tal efecto, al finalizar el viaje. Las diferentes compañías navieras incluyen en sus folletos las cantidades recomendadas, que suelen rondar los ocho euros por pasajero y día de navegación.

9 Teléfono.

Las llamadas desde el barco son vía satélite y los precios están a su altura. Mejor llame durante las escalas.

10 Vestimenta.

Ropa cómoda, bañador y también algo más formal para las cenas de gala.