Visionarios del futuro
Otro lleno de público para asistir a la primera visita a la capital de este grupo de visionarios de Düsseldorf que a finales de los años sesenta decidieron crear una música autóctona y futurista, con la incipiente electrónica como herramienta y ciertamente deudora de los sonidos imaginados por Stockhausen, como alternativa a la penetración cultural americana representada por el rock.
Casi cuarenta años después de que Florian Schneider y Ralf Hütter vislumbraran los umbrales del futuro, los coches siguen sin volar y muy pocos consiguen sustraerse al influjo persuasivo de american way of life. Pero estos cuatro veteranos alemanes pueden estar satisfechos, porque sus ideas cuajaron en miles de grupos musicales que les reconocen como auténticos padres de cualquier tipo de sonido tecnificado.
Kraftwerk
Florian Schneider, Ralf Hütter, Henning Schmitz y Fritz Hilpert. Sala La Riviera. Madrid, 1 de abril.
En su actuación de Madrid el grupo no varió un ápice su línea estética, presentando a los cuatro músicos hieráticos, inmóviles, trajeados y con una corbata luminosa, ante sendos ordenadores portátiles abiertos. Detrás, con tremendo rigor, en el fondo del escenario convertido en enormes pantallas, se proyectaban imágenes y mensajes que guardaban la coherencia de los colores corporativos de aquellos discos a los que pertenecía cada canción: Men Machine, en rojo y negro; Pocket Calculator, sobre el amarillo de su disco Computer world; Tour de France, sobre los colores de la bandera del país vecino e imágenes de la citada carrera ciclista, etcétera. Los mejores momentos de conjunción visual-musical correspondieron a la ejecución de Autobanh y Trans-Europe Express, con unas fascinantes imágenes de tráfico en autopistas alemanas o planos panorámicos del tren. No faltaron en esta actuación los autómatas con los rostros de los cuatro miembros del grupo para atacar We are the robots, con el que dijeron adiós.
Comparados con el devenir y los mil caminos que ha seguido el techno después, lo cierto es que estos alemanes sonaron tremendamente ingenuos; pero, eso sí, sin olvidar en ningún momento que ellos fueron los que inventaron las reglas por las cuales la música de baile dejó un día de ser acústica para ser totalmente electrónica.
Babelia
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