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El Gobierno británico propone que España no reciba más fondos regionales

Los países que exigen restricciones defienden que las ayudas vayan sólo a los nuevos socios

Carlos Yárnoz

La pelea europea por el futuro reparto del presupuesto comunitario y, sobre todo, por la distribución de los fondos europeos se convierte, a partir de hoy, en un enfrentamiento a campo abierto entre los ministros de finanzas que participan en el Ecofin. El responsable británico, Gordon Brown, ariete de los seis países que exigen restricciones en las arcas comunitarias, anuncia que defenderá en su intervención que las ayudas europeas vayan sólo a los nuevos países de la Unión Europea. De triunfar su tesis, España perdería de golpe entre 7.000 y 8.000 millones de euros anuales.

Los ministros de Finanzas (Ecofin) de los Veinticinco (los Quince más los diez que se incorporan a la Unión el próximo día 1 de mayo) debaten hoy en Punchestown (Irlanda) por vez primera la propuesta de la Comisión Europea sobre las próximas Perspectivas Financieras (2007-2013). La agenda de la reunión bajo presidencia irlandesa contempla también un análisis de la situación económica en la eurozona.

El departamento británico del Tesoro ya ha comunicado a la Comisión Europea, según un documento interno del Ejecutivo comunitario elaborado para esta cita irlandesa, que el ministro de Finanzas, Gordon Brown, quiere dejar claro en Punchestown que la política regional europea "debe ser transformada radicalmente" de forma que los fondos regionales europeos se destinen sólo a los nuevos países, con rentas medias por habitante equivalentes al 40% de la actual Unión Europea.

Los Estados que ahora reciben esas ayudas (España, Grecia, Portugal, Italia o Alemania), opina Gordon Brown, deben "renacionalizar" esos fondos europeos, es decir, que las partidas dedicadas a las regiones menos desarrolladas procedan de los presupuestos generales de cada Estado.

La propuesta de la Comisión Europea presentada el pasado mes de febrero prevé dedicar en el citado periodo 336.000 millones de euros a la política de cohesión (fondos regionales más el de cohesión), de los que 262.000 millones de euros serían para las llamadas regiones objetivo 1 (por debajo del 75% de renta de la media comunitaria).

Apoyo de otros países

Aunque aproximadamente la mitad de ese dinero iría a parar a los nuevos países de la Unión Europea, España seguiría percibiendo una buena parte (más del 60%, según la Comisión Europea) de lo que ahora le corresponde por dos conceptos: Extremadura, Andalucía, Galicia y quizá Castilla-La Mancha seguirían siendo objetivo 1, y Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla gozarían de un periodo de transición con paulatina pérdida de fondos, porque únicamente dejarían de ser objetivo 1 (más del 75% de renta media) por efecto estadístico, es decir, por la incorporación de regiones aún menos desarrolladas.

España aspira también a negociar un periodo de transición para el fondo de cohesión, que probablemente lo pierda (recibirá más de mil millones entre los años 2000 y 2006 por ese concepto) al superar la renta estatal por habitante el 90% de la media europea.

Gordon Brown no está solo. Los responsables de Suecia, Holanda y Alemania también se han mostrado favorables a la renacionalización de esas ayudas en los países de la actual Unión Europea. Los primeros ministros de esos tres países, junto con los de Austria, Holanda y Francia, difundieron el pasado mes de diciembre una carta conjunta en la que exigieron a la Comisión Europea que la cantidad destinada a esas perspectivas financieras se limitara al 1% de la renta nacional bruta de la Unión Europea, pero el Ejecutivo comunitario situó el techo en el 1,24%.

Esos seis países, como ahora ha dicho el departamento británico a la Comisión Europea y prevé repetirlo hoy Gordon Brown, consideran que las propuestas del Ejecutivo comunitario son "irreales, les falta disciplina financiera y no responden a las prioridades necesarias".

Para esos países, el dinero comunitario debe dirigirse fundamentalmente al objetivo de convertir a Europa en el año 2010 en la economía más competitiva del mundo y la Comisión sólo debe aportar dinero a fines con "valor añadido", algo, creen, que no encaja con unos fondos dedicados en buena parte a infraestructuras.

Miembros del Ecofin fuman en el exterior del recinto, debido a la prohibición que rige en todo el país.
Miembros del Ecofin fuman en el exterior del recinto, debido a la prohibición que rige en todo el país.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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