Un monasterio que quiere vida
Edificado por un milagro, la Diputación de Valencia rehabilita el convento de Llutxent y prevé convertirlo en hotel rural
El origen del llamado monasterio del Corpus Christi de Llutxent se encuentra en el milagro de los Corporales que, al parecer, tuvo lugar en 1239. Las tropas cristianas incursionaron en territorio todavía musulmán en su camino para liberar a Pere de Alcalà, prisionero en Xàtiva. Pero desde la cercana fortaleza almohade se percataron de la amenazante presencia y se organizó un ataque mientras los cristianos escuchaban misa. Advertido, el cura ocultó las "formas consagradas" y al poco descubrió que estaban ensangrentadas, lo que dio brío a los cristianos, que derrotaron a su enemigo. "Però encara hi ha molt més sobre el miracle dels Corporals", apunta Maria Jesús Pérez, historiadora que ejerce también de guía en el Mont Sant.
No en vano, esta pequeña montaña condensa toda una historia jalonada por una ermita emblemática, un algarrobo monumental de 500 años, una iglesia y un monasterio, que en realidad siempre ha sido un convento, pues sus residentes dominicos se dedicaban a la predicación y no a la contemplación.
Muchas historias son invocadas en este reducido espacio desde el que se divisa una extraordinaria panorámica de la Vall d'Albaida. Por la ermita, que se edificó donde aconteció el milagro relatado por unos valiosos azulejos, pasaron decenas de artistas contemporáneos atraídos por el magisterio de Alfons Roig. Por el convento, que se erigió posteriormente gracias a los 1.000 ducados del señor de Llutxent Olf de Próxita, pasarán centenares de visitantes y clientes, si finalmente prosperan los planes de la Diputación de Valencia que expone el vicepresidente y diputado de Cultura, Vicent Ferrer.
En 1992 se iniciaron las obras de rehabilitación del convento, fundado en el siglo XV, muy cerca de la ermita. Acogió la primera universidad del entonces Reino de Valencia tras conseguir la bula papal para impartir cursos de Artes y Teología. Por todos lados hay referencias al milagro de los Corporales y los escudos de las familias nobles. Las obras de rehabilitación continúan, pero ya se ha reformado el refectorio y se ha recuperado la fachada principal y el espléndido claustro cuyo neoclasicismo reemplazó al gótico original a causa de un incendio durante la Guerra de Sucesión. Otras estancias también vuelven a lucir como en sus primeros años. Se han restaurado o levantado de nuevo las bovedillas de ladrillo y yeso decoradas con motivos renacentistas Las antiguas celdas se encuentran en pleno proceso de transformación. En esta ala podrían salir unas 15 habitaciones, sugiere el técnico encargado de la ejecución del proyecto, José Luis Giménez.
De hecho, el propósito de Ferrer es combinar el uso cultural del convento y la ermita, mediante la organización de seminarios o talleres artísticos en sus grandes salas, con el uso funcional, es decir, con el disfrute del espacio como centro de turismo rural. El magnífico paraje montañoso que lo envuelve y la cercanía al mar añaden atractivo a la arquitectura e historia del convento.
El patrimonio histórico artístico valenciano es muy rico, y por tanto necesita importantes y constantes inyecciones de dinero para su recuperación y mantenimiento. La Diputación considera factible y aconsejable establecer una fórmula mixta para ceder la gestión de la parte hotelera del convento a la empresa privada, con el fin de reducir las cargas presupuestarias de una institución que, precisamente, hoy en día pasa por serios apuros económicos.
Pero faltan años para que la obra concluya. El ritmo de inversión de la Diputación es de 180.000 euros al año. La rehabilitación no cesa pero se necesitaría un importante empujón financiero para avanzar con determinación en su finalización y conversión en destino de turismo rural y cultural.
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