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Reportaje:MÚSICA

Pete Seeger, la lucha continúa

Este instrumento atrapa el odio y le obliga a doblegarse". Una frase cargada de significados que todavía puede leerse en la piel del viejo y entrañable banjo de cinco cuerdas de Pete Seeger. Toda una filosofía más vital que artística que no ha cedido ni un palmo en estos últimos sesenta años y que, poco a poco, ha ido impregnando a muchos nombres de peso del panorama musical internacional que no quieren dejarse atrapar, como mínimo totalmente, por las garras de la industria discográfica. Nombres que han unido sus esfuerzos a los del propio Seeger (casi 85 años a sus espaldas e irradiando una vitalidad juvenil imparable) y de su nieto Tao Rodríguez para realizar una antología esclarecedora: The Songs of Pete Seeger recientemente completada con la edición del tercer volumen, un doble cedé titulado Seeds (Appleseed/Resistencia). Nombres de tanto gancho como Bruce Springsteen, Jackson Browne, Steve Earle, Bonnie Raitt, Ani Difranco, Janis Ian, Tom Paxton, Natalie Merchant, Joan Baez, Nanci Griffith, Donovan, Roger McGuinn o Judy Collins han rendido tributo al gran patriarca de la canción popular norteamericana. Una obra atractiva en sí misma pero que, al mismo tiempo, puede ayudar a descubrir o redescubrir la poliédrica y gigantesca personalidad de Pete Seeger y devolverle esa actualidad que no parece gustar a ese estamento de la sociedad tan políticamente correcto que nos gobierna (en América y en Europa).

"La melodía une a los hom-

bres", explica Pete Seeger con naturalidad. "Si dentro de cien años todavía existe la raza humana, una de las razones de su supervivencia habrá sido la música porque las palabras tienden a separarnos pero el ritmo y la melodía unen a los hombres. Y si la humanidad se autodestruye será por su dependencia de las palabras, por la falta de uso de otras formas de comunicación como la pintura, la arquitectura, la danza, la música

... Somos unos necios si sólo confiamos en las palabras porque vivimos en un mundo lleno de gente indignada gritándose palabras llenas de ira los unos a los otros".

Pete Seeger es la imagen viva del eterno luchador. En los años cuarenta del pasado siglo vivió de lleno las luchas sindicales, en realidad luchas por la dignidad humana, junto a los Almanac Singers en los que también militaba Woody Guthrie. Fue pionero de las recuperaciones folclóricas al frente de los Weavers, se convirtió en icono del folk internacional en los sesenta cuando apadrinó a jóvenes valores como Bob Dylan y sigue a la cabeza de las luchas ecologistas en las zonas que rodean Nueva York, su ciudad natal. Una carrera coherente como pocas que le llevó a ser fichado y controlado por el FBI como persona peligrosa para la sociedad. "Con el paso de los años he adquirido un tono de respetabilidad", bromea el viejo luchador, "pero mis canciones siguen todavía fuera de la radio o la televisión. Esto es tan cierto hoy como hace cuarenta años. Y no soy sólo yo, hay muchos autores de gran talento a los que no se les radia sus composiciones por su contenido de protesta; por suerte son gente dura y no parecen dispuestos a ceder". Pete Seeger es el símbolo de esa dureza.

En 1960 Seeger fue uno de

los primeros en sacar a la luz pública internacional los horrores de la guerra española grabando un recordado disco junto a Ernst Busch: Songs of the Spanish Civil War. Ahora algunas de esas canciones acaban de ser editadas dentro de la monumental antología Songs for political action, diez cedés publicados en Alemania por Bear Family, y coinciden en las tiendas con otra antología que revive las canciones de aquellos duros años en voces tan dispares como las de Lila Downs, Uxía, Arlo Guthrie, John McCutcheon o el propio Seeger: Spain in my heart (Appleseed/Resistencia). La primera actuación de Pete Seeger en España fue en 1971 y recuerda su sorpresa al oír algunas de esas canciones en las mismas versiones que él había grabado. "Pregunté y me contestaron que las habían aprendido de mi disco. Habían pasado la frontera grabadas en cinta y se las ponían unos a otros. O sea que el disco mantuvo vivas en España algunas de aquellas canciones". El nuevo disco puede posiblemente ayudar a que no sean definitivamente enterradas. Pete Seeger lo tiene claro: la lucha continúa.

Pete Seeger, en una actuación en 1983.
Pete Seeger, en una actuación en 1983.SCOTT KILBORN

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