El Ecofin afronta dividido las opciones de Rato y Lemierre al FMI
Duras críticas al supuesto pacto franco-alemán para repartirse cargos
El futuro de Rodrigo Rato se juega hoy y mañana en Punchestown (Irlanda), pero también el eje franco-alemán pone a prueba su credibilidad. El último Consejo de Ministros de Finanzas (Ecofin) al que asiste el vicepresidente español en funciones debatirá, con fuertes divisiones internas, si el candidato europeo a dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) es Rato, aspirante indiscutido el mes pasado, o el francés Jean Lemierre, presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), y apoyado ahora por París y Berlín gracias a un hipotético pacto bilateral para repartirse cargos dentro y fuera de la UE. No se descarta que la división existente aconseje una tercera opción o aplazar una decisión que debe tomarse por consenso.
A la tensión se añade el ambiente de cambios y mudanza en el Ecofin. Asiste Rato por última vez, pero también el comisario Pedro Solbes como tal, aunque se incorporará de nuevo como vicepresidente. Y relevo francés también, porque Francis Mer acaba de ser sustituido por Nicolas Sarkozy al frente de las Finanzas de París.
Pese a las dificultades surgidas en la última semana, Rato ha mantenido su candidatura y el miércoles repitió que estaba "en condiciones de aceptar la responsabilidad" de dirigir el FMI en sustitución del alemán Horst Köhler. Además de España, cuenta en teoría con el apoyo de Bélgica, Luxemburgo, Austria y "quizá cuatro más", opinan en la Comisión.
Solbes ha declarado que Rato es "un excelente candidato" que también es respaldado por el siguiente inquilino de La Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero. Rato cuenta asimismo con el aval de 23 países del área latinoamericana, que han enviado una carta en ese sentido fechada el pasado día 30 a Charlie McGreevey, ministro de Finanzas de Irlanda, el país que ahora preside la UE.
El francés Lemierre, convertido ya en "candidato oficial" por el Gobierno francés, se ha limitado a decir que dirigir el FMI es "un bonito trabajo". Apoyado por París y Berlín, será clave conocer si también se decanta por él el Reino Unido, cuyo ministro de Finanzas y consejero del FMI, Gordon Brown, "ha mantenido estos días muchos contactos" al respecto, dicen en el Consejo de la UE, incluido alguno en Estados Unidos, dado que Washington puede vetar al candidato europeo. Japón ha anunciado que no presentará una alternativa y que valora la de Lemierre por ser una personalidad "con gran experiencia".
Italia ha optado por presentar también su propio candidato, aunque en principio tiene menos posibilidades. Se trata de Mario Monti, el todopoderoso comisario de Competencia, según anunció el miércoles el ministro italiano de Asuntos Europeos, Rocco Buttiglione, de quien se asegura que desea el puesto del comisario. Tampoco se descarta otro candidato de última hora para intentar el difícil consenso. En tal caso, opinan en Bruselas, podría entrar en juego una opción británica, y se cita a Andrew Crockett, ex director del Banco Internacional de Pagos.
Rato era hasta el pasado día 25 el único candidato al puesto, pero su opción se complicó ese día cuando los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) designaron en Bruselas al español José Manuel González-Páramo nuevo miembro del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) en sustitución del también español Eugenio Domingo Solans. Fue entonces cuando portavoces de distintos países, sobre todo de Francia y Alemania, insistieron con más fuerza que nunca en que no podían recaer ambos puestos (el del BCE y el del FMI) en ciudadanos de la misma nacionalidad.
Pero esa misma noche fuentes diplomáticas ya dijeron que "Francia negociaba con Alemania una posible salida" que les beneficiara a ambos. Sólo 48 horas después surgió la candidatura de Lemierre. La tesis de dos puestos en el BCE y el FMI para una misma nacionalidad saltó por los aires, porque es un francés, Jean-Claude Trichet, quien está al frente del BCE.
Después, informaciones publicadas en Berlín apuntaron que el pacto franco-alemán consiste en que ambos han decidido que, por rotación, al frente del FMI haya siempre un alemán o un francés. Además, la vacante que deja Lemierre en el BERD sería ocupada ahora por un alemán. Y también alemán sería el futuro vicepresidente de la Comisión que coordinaría todas las áreas económicas sensibles, un puesto nuevo que ha sido propuesto por el triunvirato París-Berlín-Londres. La existencia del pacto no ha sido confirmada oficialmente estos días, "pero tampoco desmentida", como precisan fuentes oficiales de Bruselas, París y Berlín.
La respuesta en el Ejecutivo comunitario ha sido inmediata. "El eje franco-alemán es necesario para avanzar en la construcción europea, pero, si también es un club para repartirse puestos y proteger sus propios intereses, la reacción de los demás no tardará en producirse", comenta un alto funcionario de la Comisión ante lo que puede ocurrir estos dos días en Irlanda y en referencia, entre otros hechos, al acuerdo de Berlín y París para dejar en suspenso desde noviembre la aplicación del Pacto de Estabilidad para eludir así las sanciones que les correspondían como incumplidores de esa norma. El Eurogrupo iniciará el debate sobre las candidaturas al FMI esta tarde-noche en Punchestown, pero la decisión, si se produce, llegará en el almuerzo de mañana.
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