Orden de busca y captura de cuatro supuestos autores del 11-M y dos jefes del grupo criminal
El 'comando' estuvo oculto en la casa de Chinchón hasta una semana después de los atentados
La Audiencia Nacional ha cursado orden internacional de busca y captura de seis presuntos implicados en la matanza del 11-M que posiblemente han huido de España, tras estar ocultos en Chinchón. El Ministerio del Interior ha distribuido las fotos de los sospechosos, a la vez que solicita la colaboración ciudadana. Los sospechosos son los marroquíes Jamal Ahmidan, El Chino, y Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino (a los que la policía considera jefes del grupo que puso las bombas); Said Berraj, Agdennabi Kounjaa, Abdallah, y los hermanos Mohammed y Rachid Oulad Akcha.
El Ministerio del Interior difundió ayer tarde las fotos de dos de los supuestos jefes del grupo criminal y de cuatro presuntos autores de la colocación de las bombas en los trenes. Además de rogar la máxima difusión de las fotografías, Interior solicita a los ciudadanos que tengan alguna información sobre estos sospechosos que llamen a los teléfonos 091 (Cuerpo Nacional de Policía) y 062 (Guardia Civil).
Varios de los apellidos de los seis sospechosos coinciden con los de otros detenidos. Los buscados Mohamed y Rachid son hermanos de Naima, la única mujer arrestada y encarcelada hasta ahora, y de Khalid, quien fue excarcelado de la prisión de Topas (Salamanca), donde estaba recluido por otra causa, pero ha sido devuelto a este centro penitenciario sin resultar implicado en el 11-M.
Jamal Ahmidan, apodado El Chino y Mowgli, es familiar de Said y Hamid Ahmidan. El primero de éstos quedó en libertad, mientras que al segundo se le imputó un delito de colaboración con banda armada. Said Berraj parece que tiene vínculos de sangre con Abdelouahid Berraj, a quien el juez Juan del Olmo ha señalado como uno de los supuestos autores materiales de la matanza. El Chino residía en el barrio de Lavapiés, donde regentaba una tienda de ropa.
El último detenido por la Comisaría General de Información es Otman El Gnaout, quien fue arrestado el pasado martes y registrado su domicilio en el barrio de Vallecas. Con este nuevo arresto son ya 24 los que se han producido desde la matanza del 11-M.
Según fuentes de la investigación, el marroquí Jamal Ahmidan y el tunecino Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet serían los supuestos jefes del grupo que atacó a los trenes. Los encargados del caso han llegado a esta convicción a tenor de las declaraciones de algunos de los detenidos, así como de otros indicios.
El Tunecino
El Tunecino había sido seguido y vigilado en alguna ocasión por los servicios antiterroristas. Pero en la actualidad se halla en paradero desconocido y no ha regresado a su domicilio, situado en el Parque de las Avenidas de Madrid. Casado con una magrebí, reside desde hace años en España, donde cursó estudios y donde hasta ahora trabajaba en una empresa de compraventa de pisos.
Los marroquíes Said Berraj, Agdennabi Kounjaa, Abdallah, y los hermanos Mohammed y Rachid Oulad Akcha están siendo buscados al haber sido supuestamente identificados por la policía como supuestos integrantes del comando que colocó las mochilas bomba en los trenes. En los últimos meses han viajado de España a Marruecos, usando a veces redes de inmigración ilegal.
El Ministerio del Interior no ha revelado los elementos que han llevado a los investigadores a considerarlos directamente implicados en los atentados. Sin embargo, fuentes próximas a la investigación sostienen que la pista definitiva ha sido, en unos casos, el hallazgo de sus huellas en la casucha de Chinchón (Madrid) donde fueron preparadas y activadas las bombas la tarde anterior al 11-M, y, en otros casos, por haber sido reconocidos por pasajeros de los trenes atacados.
Todos o casi todos los integrantes del numeroso grupo que participó en la matanza estuvo refugiado en la casa rural de Chinchón hasta el día 19 de marzo, ante la creencia de que era un lugar seguro. Sin embargo, decidieron huir tras enterarse de la detención del español José Emilio Suárez Trashorras, el ex minero asturiano que supuestamente facilitó los explosivos a esta organización. Los investigadores han llegado a esta conclusión al hallar en esa infravivienda restos recientes de comida. Esta casa estuvo vigilada por la policía hasta el pasado viernes, en que los agentes decidieron registrarla.
Fuentes judiciales aseguraron ayer que entre las personas buscadas no está el acaudalado marroquí Abdelkarim Mejjati, pese a que en algunos medios se le señala como uno de los supuestos cerebros del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM). Jamás se ha dictado en España un orden de detención contra él.
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