Viuda de hecho

Nunca imaginó la ecuatoriana Alicia Romero (49 años) que su voluntad de no casarse con su compatriota Oswaldo (33 años) implicaría tantos problemas. "Él quería casarse, pero yo nunca le di demasiado valor al matrimonio, lo que realmente me importaba era la buena vida que llevábamos juntos", dice Alicia. "Me trataba muy bien, era comprensivo y cuidadoso". Oswaldo Manuel Cisneros murió en el tren que entraba en Atocha el 11-M, truncando una convivencia de casi trece años, tres en España.

Después de la tragedia de perder a su pareja, Alicia debe afrontar las dificultades burocráticas. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales no reconoce el derecho a cobrar pensión de viudedad a las parejas de hecho y ya ha confirmado que las víctimas del 11 de marzo no serán una excepción, por lo que Alicia se quedará sin percibir este ingreso. "Hay muchas cosas que no me corresponden", se queja. Oswaldo trabajaba en una constructora y cotizaba en la Seguridad Social desde que se acogió a la regularización de 2001.

Alicia sí tiene derecho a obtener la nacionalidad española, y la Administración ya ha manifestado su intención de agilizar todos los trámites de los inmigrantes damnificados por los atentados. Pero antes debe reunir los papeles que demuestren su convivencia con Oswaldo. Pruebas de ello y de los proyectos en común no faltan, tanto en España como en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, donde vivían juntos antes de llegar a este país.

Un objetivo común de la pareja se había materializado el año pasado, cuando compraron un piso en el barrio madrileño de Entrevías. "Tengo todo lo necesario para probar la convivencia", afirma Alicia: "En junio de 2003 compramos un piso, y también hay personas que testificarán". "Espero que esto se resuelva lo más rápido posible y poder trabajar con tranquilidad y libertad, que es para lo que vinimos aquí".