El suministro de electricidad de Brasil amortigua la crisis energética argentina
La crisis en el suministro de energía eléctrica a causa de la escasez del gas con el que funcionan las centrales de ciclo combinado, agravada por las altas temperaturas inéditas para esta época del año, la sequía que afecta a las hidroeléctricas y el aumento sostenido de la producción industrial, afecta ya a todo el país argentino. Sin embargo, el jefe del gabinete de ministros, Alberto Fernández, consideró ayer que la crisis estaba "virtualmente resuelta" luego de que se confirmara la importación de energía eléctrica desde Brasil (unos 500 megavatios ya han sido suministrados), además de la llegada de gasóleo desde Venezuela, que ofreció 700.000 toneladas. La carga llegaría al puerto de Buenos Aires en 30 días. Los portavoces de las empresas advierten de que de todos modos no será sencillo reemplazar el gas por el gasóleo en las centrales de ciclo combinado porque el coste es más elevado.
Según Fernández, "Argentina tiene un problema por la falta de inversión de las empresas productoras de gas. Es entendible que en momentos de recesión dejaran de invertir pero no que no lo hayan hecho cuando les fue mejor". El Gobierno reclama a las empresas más inversiones urgentes ahora que se han subido las tarifas energéticas, tras dos años congeladas a causa de la crisis económica.
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico de Argentina (Cammesa) ordenó a las distribuidoras que desde el pasado lunes apliquen una reducción del suministro que debería rebajar la demanda en al menos un 6% para evitar a los clientes de bajo consumo los cortes que ya se aplican desde hace dos semanas a más de 30 plantas industriales.
