La juez retira el pasaporte a Farruquito mientras la familia del fallecido le acusa de "trato de favor"
La titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla, Silvia Soto, aceptó la petición del fiscal de retirar el pasaporte al bailaor Farruquito, que el domingo quedó en libertad bajo fianza de 40.000 euros después de declarar que era él y no su hermano de 15 años, Farruco, quien conducía un BMW el pasado 30 de septiembre, cuando atropelló mortalmente a Benjamín Olalla, de 35 años, en la avenida de la Soleá sevillana.
Mercedes Madero, cuñada del fallecido, se mostró ayer "indignada" tras conocer la puesta en libertad de Farruquito. "Nos enteramos el sábado por la prensa de que estaba detenido y ahora sabemos que está en libertad tras haber pagado 40.000 euros. Es irrisorio. Me parece que ha tenido un trato de favor por ser un personaje público. Le han soltado cuando no había cámaras y ni siquiera el abogado de mi hermana ha estado presente".
Olalla era mecánico en un taller de reparaciones de coches y estaba casado desde 1992 con Mari Ángeles Madero, que según su hermana se encuentra en tratamiento psicológico. No tenían hijos. Mercedes Madero señaló que está considerando redactar un escrito de queja por la actuación de la juez Silvia Soto, que decretó la libertad del bailaor. "Acabo de hablar con mi hermana y estamos decepcionadas, nadie le va a devolver la vida que antes llevaba. Llevábamos meses sin saber nada del atropello hasta el pasado febrero, cuando la policía nos llamó y nos dijo que habían cogido a un chico de 15 años. Ahora nos enteramos por la televisión de que no es y de repente vemos que el culpable está en la calle".
El bailaor declaró ante la juez que la noche del accidente iba acompañado por un amigo y aceptó que conducía sin carné y sin seguro obligatorio. Según su abogado defensor, Benito Saldaña, la pena máxima prevista para los delitos que se le imputan es de cuatro años, aunque cree que en los hechos no concurre ninguna circunstancia agravante, por lo que quizá podría lograr la suspensión de la ejecución de la condena.
Además, Saldaña confía en demostrar que no hubo omisión del deber de socorro porque tras el atropello el acusado "miró por el retrovisor y vio que la víctima se puso en pie y tenía a otras personas alrededor", por lo que "no dejó a la víctima desamparada". Olalla murió horas después en el hospital Virgen del Rocío.
Para Farruquito, ha supuesto "una liberación que se haya descubierto finalmente la verdad", dijo ayer Saldaña. De camino a Murcia, donde actúa hoy, su representante, Eva Rico, dijo que Farruquito estaba "apesadumbrado" y que prefería no hacer declaraciones.
El letrado declaró que el bailaor huyó tras cometer el atropello porque "es un chico joven y tímido y se asustó; conducía un BMW que estaba probando sin permiso de conducir y sin seguro de automóviles".
El artista precisó en su declaración que no recordaba la velocidad a la que circulaba y que no había tomado ninguna bebida alcohólica, ya que ni bebe ni fuma. Añadió que se marchó del lugar "muy asustado".
Después decidió que diría que había sido su hermano, de 15 años, el que conducía el vehículo porque había escuchado que la Ley del Menor trata mejor a los jóvenes acusados de delitos. Aunque en algunas familias gitanas es habitual, cuando hay delito, que se inculpe el miembro de menor edad, los que conocen a los Farrucos dicen que la máxima es que el jefe del clan es responsable de todo lo que pase. Y desde la muerte de su padre, Farruquito es el patriarca de su gente.
Babelia
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