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EFECTOS DEL TEMPORAL

Un clima marcado por anomalías muy normales

La estampa registrada este último domingo de marzo, ya entrada la primavera, en la localidad de Morella, con medio metro de nieve, puede llamar la atención a primera vista. El frío intenso del sábado y la fuerte lluvia de ayer agudizan esta extrañeza, que parece aún más excepcional si se compara con las temperaturas registradas a lo largo del pasado invierno, extrañamente templado. Pero estos contrastes en el tiempo no tienen nada de extraño en un clima como el valenciano. Todo lo contrario. Se tratan de "anormalidades normales", como las definía ayer Jorge Tamayo, responsable de estudios y desarrollos del centro territorial de Valencia del Instituto Nacional de Meteorología (INM). Tamayo, que asistió ayer a un encuentro sobre sistemas de información y pronósticos hidrometeorológicos, apuntó que el temporal de estos días se ajusta totalmente "al típico clima mediterráneo, que aunque normalmente es bueno, puede tener un alto grado de adversidad como el de hoy [por ayer]". Estas aparentes anormalidades no lo son tanto, ya que "siempre las hemos tenido, lo que sucede es que son difíciles de recordar, pero si se revisan los datos de hace seis o siete años, encontraríamos circunstancias similares.

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Tamayo señaló que pese a las especiales dificultades en prever el tiempo en estas latitudes mediterráneas "con un mar cálido, montañas de 1.000 metros a escasos 20 kilómetros de la costa y condicionados por el Atlántico y el desierto del Sáhara", el INM en Valencia cuenta con un equipo técnico y de profesionales "de primer nivel". Pese a ello, señaló que no es posible realizar predicciones para cinco o siete días vista con una fiabilidad superior al 60%, algo, que comentó, tampoco logra ningún servicio meteorológico mundial y, "por mucho que avance la ciencia, difícilmente se podrá avanzar a largo plazo más allá de 10 días debido a la variabilidad del tiempo".

Por otra parte, las reservas de agua en los embalses valencianos han aumentado 13,85 hectómetros cúbicos con respecto a la semana pasada, según informaron ayer fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), y albergan 1.192,61 hectómetros cúbicos, lo que representa un 35,89% de la capacidad total. El embalse que ha registrado un aumento más significativo ha sido el de Cortes II, del sistema Júcar-Turia, que ha crecido 8,86 hectómetros cúbicos y está al 95,57%.

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