Ronaldo no para

Vaya si el Madrid espabila con Ronaldo. Ha vuelto el brasileño y el equipo ha anotado nueve goles en dos partidos. Él ha hecho tres, uno al Mónaco y dos ayer al Sevilla. En total, lleva en Liga 24 tantos en 27 partidos. En todas las competiciones suma 31. Unas cifras abrumadoras, propias de un elegido, del jugador más decisivo del mundo, un futbolista que con el derroche justo machaca a cualquiera. No para nunca, no distingue enemigos y el equipo lo sabe. En medio de la galaxia, sus compañeros le añoran porque resulta contagioso. Con Ronaldo, el Madrid se siente más protegido que con la mejor prole de centrales del planeta.

Con Ronaldo sano, el Madrid desbordó al Sevilla de principio a fin, con ratos de buen juego y sin apretones en defensa. Al lado del brasileño lució como nunca Beckham, que en medio de la inglesa borrasca que ayer azotó Madrid hizo su mejor partido en España.

La goleada al Sevilla (5-1), permitió al equipo de Queiroz mantener su punto de ventaja sobre el Valencia. Sin Mista, Aimar, Ayala ni Baraja, el eje que vertebra al equipo, el Valencia fulminó al Racing en Santander sin grandes rasguños. Le bastó Vicente, que lleva una temporada espléndida. A sus grandes condiciones como extremo para desatornillar defensas, Vicente ha explotado como goleador: en 30 jornadas de Liga ha marcado 10 goles -dos, ayer, en El Sardinero-, nueve más de los que consiguió la pasada campaña en 38. La mutación de Vicente tiene mucho que ver con la desconocida capacidad goleadora del Valencia, que se ha quitado su etiqueta conservadora y ya presenta una excelente factura con 60 tantos. Al tiempo que dispara su cuenta goleadora, el equipo valenciano mantiene su fiabilidad defensiva. Un dato: desde la 30ª jornada del curso 2001-02, ningún equipo ha sido capaz de remontarle un partido en la Liga. En Santander tomó la delantera muy pronto y el Racing se sintió ante el Everest.

Al nuevo arreón del Valencia no pudo responder el Barcelona, al que la abundante lluvia caída sobre el Ruiz de Lopera le impidió disputar el choque contra el Betis. Tras un montón de reuniones y chácharas de unos y otros, el árbitro comprobó que la pelota no rodaba y suspendió el encuentro, que se disputará el 14 de abril. En las discusiones también participó en directo Joan Laporta que dejó el palco para bajar al césped y chapotear junto al colegiado. Un paseíllo impropio de un presidente.