Un local comercial por tres euros al mes
Las Cámaras de Comercio crean una red de ' viveros' para facilitar la consolidación de empresas. Ya funcionan cinco
La 'mortalidad infantil' es uno de los principales males que aquejan a las empresas españolas. Si a este dato se añade la subida de precios inmobiliarios en los últimos años, no es de extrañar que escaseen los emprendedores. Para paliar esta situación, las Cámaras de Comercio, con ayuda de fondos europeos, proyectan crear una red de 100 viveros de empresa, locales casi gratuitos que agrupan a varias empresas recién nacidas. Ya hay cinco en funcionamiento.
La iniciativa, que se financia con fondos europeos, pretende ayudar a 2.500 firmas pequeñas a superar los dos años de vida
Cándido García se licenció en Biología. Al contrario que la mayoría de los universitarios, tenía claro que quería montar su propia empresa, un consultorio de tratamientos dietéticos. En su caso, la inversión inicial era mínima. Se compró un ordenador portátil y constituyó una sociedad limitada. Hoy, además, se ahorra el coste del alquiler, como los otro siete empresarios que ocupan alguno de los despachos en el vivero de empresas que la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio ha abierto en Sagunto (Valencia).
Por esta oficina de alrededor de 20 metros cuadrados, con acceso a Internet, teléfono y secretaria, el joven empresario paga tres euros al mes. Eso sí, los gastos, como el teléfono y la luz y el mantenimiento, corren de su cuenta. El único requisito es haber pasado por alguno de los cursos de creación de empresas de la fundación.
Para la mayoría este proyecto es "un regalo". "No podía permitirme llevar a un cliente a mi casa", asegura José Manuel de Lorenzo, que tiene una empresa de diseño gráfico y publicidad, y calcula que cada mes se ahorra alrededor de 600 euros por el local.
El vivero de Sagunto no es único. Forma parte de una iniciativa para crear una red de centros que permitan a las pequeñas empresas, unas 2.500 calculan sus promotores, dar sus primeros pasos en el mercado. "Hasta ahora la principal preocupación era ayudar a los emprendedores a crear su empresa. Este proyecto supone un paso más porque pretende que éstas se consoliden", asegura Nicolás Henríquez, director general de la Fundación Incyde. Por eso los emprendedores pueden ocupar su primera oficina durante un mínimo de 12 meses, que pueden prorrogarse por otros 12 meses.
El año pasado se crearon 124.057 empresas en España, según la estadística de los registros mercantiles. Muchas cerrarán sus puertas en los próximos años. Según un estudio reciente de las Cámaras, sólo el 53% de las sociedades que se crearon en 1996 seguían abiertas cuatro años después. "Con estas herramientas [cursos, facilidades como los viveros y acceso a mircrocréditos de hasta 25.000 euros del Instituto de Crédito Oficial] estamos consiguiendo que el 97% de las empresas sigan vivas", subraya Henríquez. Para este experto, las ventajas de los viveros van más allá del ahorro: "al estar juntas distintas empresas se crean sinergias, se apoyan unas a otras", asegura el director general de Incyde. En Sagunto, además de las dos citadas, hay una agencia de viajes, una empresa de fontanería, otra de importación y exportación, un gabinete de estética y otra de diseño de jardines. La mayoría no tiene empleados. Ya se han pasado algún que otro cliente y están pensando en crear una página en Internet.
Actualmente hay cuatro centros, además del de Sagunto, ya en funcionamiento, en Linares (Jaén), Huelva, Requena (Valencia) y Lugo. Otros 27 están en construcción, en Andalucía (10), la Comunidad Valenciana (4), Galicia (5), Castilla y León (3), Castilla-La Mancha (3), Asturias (1) y Ceuta (1). El objetivo es llegar a los 60 centros, que funcionen en red, a finales de 2005, asegura el responsable de la Fundación Incyde, y a medio plazo contar con 100 centros por toda España.
El proyecto total exige una inversión de 54 millones de euros, el 60% de los cuales son fondos europeos. El resto lo aportan las Cámaras y otras entidades como Ayuntamientos y diputaciones provinciales.
"Lo más difícil es empezar"
"La Universidad no te prepara para tener iniciativa", dice Cándido García, uno de los emprendedores beneficiado con un local del viveros de Sagunto (Valencia). Para este joven, "lo más difícil es empezar", hacer realidad lo que en muchos casos es sólo una idea. Y no porque no existan subvenciones, "tanto para empezar como para mantener una empresa". Su gabinete de tratamientos dietéticos ya está en marcha. Los beneficios vendrán después: "el dinero es fundamental, pero no lo primero", asegura. Por ahora gana clientes con el "boca a boca".
Su compañero de oficina Juan Antonio Bilbao, que tiene una empresa de fontanería, explica que "vas viendo el camino a elegir sobre la marcha". Cuentan también con los consultores de la Fundación Incyde. El secreto, según ellos, está en no quedarse quietos. Así que ya están abriendo mercados. Cándido García ha visto una oportunidad en la formación de manipuladores de alimentos. El objetivo para todos es que, en unos años, "la empresa marche sola".
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