La cultura andaluza, a la expectativa

Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957) llegó al Gobierno andaluz hace ocho años como independiente; tras dos legislaturas al frente de la Consejería de Cultura ha aprendido a "democratizar la cultura", como ella misma asegura a modo de resumen de su trabajo. Su nombre ha quedado en la mente de los ciudadanos como la persona que hizo posible la apertura del Museo Picasso en Málaga, un edificio de 8.300 metros cuadrados que contiene 202 obras del pintor malagueño y que ha costado 66 millones de euros.

El secretario general del PSOE, José Luis Zapatero, la llamó a formar parte del comité de notables el pasado enero y el Comité Federal del PSOE, que se reunió el pasado viernes por primera vez tras su victoria electoral, la ha presentado como la próxima ministra de Cultura. Durante los años en los que ha sido responsable de la política cultural andaluza, Carmen Calvo no ha desperdiciado ninguna ocasión para presentar sus reivindicaciones ante el Ministerio de Cultura. Primero se enfrentó con Esperanza Aguirre, especialmente en el tema del estatuto de la Alhambra de Granada, y después con Pilar del Castillo, a quien no ha cesado de reclamarle la cesión al Gobierno andaluz de la titularidad de todos los museos que están en su territorio, así como más inversiones en espacios tan importantes para la cultura nacional como el teatro de la Maestranza de Sevilla.

"Llevo la política en el ADN, soy profesora de Derecho Político", aseguraba Carmen Calvo en una entrevista que publicó este periódico el pasado 25 de febrero. Entonces decía también que no echaría de menos a Andalucía porque "trabajaré por ella donde quiera que esté". Y eso es precisamente lo que espera ahora de ella el mundo de la cultura andaluza.

Instituciones, fundaciones y asociaciones de ciudadanos están frotándose las manos pensando en todos los problemas que esta profesora de Derecho Constitucional le va a resolver a Andalucía.

"El Partido Popular no ha invertido en cultura en Andalucía en estos ocho años", aseguraba Carmen Calvo en las páginas de este periódico el pasado 18 de enero. Ahora, el mundo de la cultura está esperando ansioso que ella tome posesión de su cargo y enmiende el entuerto.

Carmen Calvo siempre usa la misma palabra, "democratización", para resumir su trabajo en el Gobierno de Manuel Chaves. "Es la palabra que lo encierra casi todo. Hemos cooperado con casi todos los ayuntamientos de Andalucía. Hemos gastado el 52% del presupuesto en responsabilidades que no eran de la Consejería de Cultura para proteger el patrimonio andaluz", afirmaba Calvo en enero.

Según la entonces consejera de Cultura, el presupuesto de su negociado aumentó en un 36,5% desde 2001 hasta 2004. En este año la cantidad asignada a Cultura ha sido de 192,9 millones de euros. El Pacto Andaluz por el Libro, realizado hace dos años y en el que colaboran distintas administraciones con entidades privadas; la construcción o rehabilitación de 160 nuevos teatros en la comunidad y la inversión de 52 millones de euros en la protección y conservación del patrimonio histórico como la Alcazaba de Málaga o los Baños Califales de Córdoba, son algunos de los logros que ella misma destaca de su paso por el Gobierno andaluz. Todo, siempre, después de Picasso.