IU acudirá al juez si Aguirre exime de la declaración ambiental a las obras de la M-30

La intención de la Comunidad de Madrid de eximir al Ayuntamiento de declaración de impacto ambiental en sus obras de soterramiento de la M-30 ha levantado una polvareda política en la región. IU ha anunciado que en cuanto el Gobierno regional decida oficialmente dar ese paso acudirá a los tribunales, "porque la ley está para cumplirse y no para burlarla". El PSOE, por su parte, señala que la presidenta del Gobierno, Esperanza Aguirre, "no es quién para perdonar al Ayuntamiento este requisito, que es una obligación".

Aguirre, en un principio, se mostró remisa a eximir a Gallardón de la declaración de impacto, aduciendo que "la ley era la ley". Sin embargo, el Gobierno regional no le solicitará al Ayuntamiento este requerimiento, que hipoteca la obra por el tiempo que se tarda en cumplimentarlo, debido a que, a su juicio, ha encontrado un resquicio legal para sortearlo: el Ministerio de Fomento ha traspasado la vía al Ayuntamiento de modo que la M-30 ya no es, en puridad, una carretera, sino "una calle". Y este cambio en la catalogación permite la exención de la declaración de impacto ambiental.

Las reacciones políticas fueron rápidas y concluyentes. Los portavoces del PSOE e IU en la Asamblea, Rafael Simancas y Fausto Fernández, insistieron ayer en que Esperanza Aguirre no puede "perdonar" al alcalde Ruiz-Gallardón la declaración de impacto ambiental para el soterramiento de la M-30. IU advirtió de que, si lo hace, irá a los tribunales. Fausto Fernández afirmó a Efe que "la ley está para cumplirla, no para burlarla". Y añadió: "Si nosotros tenemos que ir a hacer cumplir la ley vía jurisdiccional, pues tendremos que acudir a los tribunales".

A su juicio, Esperanza Aguirre "se estará quitando a sí misma la autoridad de su cargo", si exime a esta obra de la declaración de impacto ambiental, y acusó a la presidenta de tener "poca firmeza, porque ya ha cambiado tres veces de opinión en este tema". Fernández añadió: "La ley sigue ahí, aunque dos dirigentes del PP que tienen responsabilidad en la Comunidad y el Ayuntamiento se pongan de acuerdo, la ley no deja de estar ahí". El portavoz de IU en la Asamblea agregó: "Si Esperanza Aguirre se plega ante Ruiz-Gallardón, cometerá una tremenda injusticia". Fernández, de forma irónica, se preguntó: "Si la presidenta de la Comunidad no exige declaración ambiental a esta obra, ¿a cuál se la va a pedir?". Y argumentó: "Si para lo más impactante no piden el informe de impacto ambiental preceptivo", requerirlo a otras obras en municipios pequeños será "abusar de los pueblos débiles".

"Vía urbana o no"

El portavoz del PSOE en la Asamblea, Rafael Simancas, recalcó que "las obras de reforma de la M-30 requieren de declaración de impacto ambiental" debido a que se está "hablando de una vía, urbana o no, que tiene más de cinco kilómetros de longitud, y las vías de más de cinco kilómetros de longitud, en función de lo establecido en la Ley de Evaluación Ambiental de la Comunidad, requieren para su remodelación una declaración de impacto ambiental".

La intención de Ruiz-Gallardón es soterrar más de 12 kilómetros de la M-30, repartidos en varios tramos. Simancas aseveró que Esperanza Aguirre "no es quién para perdonar a su compañero de partido esa declaración de impacto, porque es una obligación legal", y defendió que "en Madrid no puede haber leyes distintas para un alcalde de las que se aplican para el resto de los alcaldes, ayuntamientos y municipios de la Comunidad".

Por su parte, la asociación Ecologistas en Acción calificó de "falacia" el argumento de calificar la M-30 como de vía urbana para así eximirla de la declaración de impacto ambiental. Para esta asociación, según Europa Press, se está tratando de vender claramente "gato por liebre", y por eso se pregunta dónde están las aceras de esta "calle, y los semáforos y los pasos de cebra que permiten el paso de peatones, y las paradas de autobuses, y la limitación de velocidad en 50 kilómetros por hora". Según los ecologistas, el proyecto de remodelación de la M-30 "es complejo" y requiere un debate más profundo sobre el modelo de movilidad para la ciudad.