Los socialistas afirman que su victoria era "probable" y que el 11-M la aceleró

El PSOE afrontó la última semana de la campaña electoral en un clima de gran esperanza ya que "todo apuntaba a una inversión de las expectativas y a una probable victoria electoral". El atentado del 11 de marzo "aceleró la tendencia" al cambio" que venía manifestándose en la campaña. Esta es una de las conclusiones que figuran en el documento elaborado por la dirección del PSOE para los miembros del comité federal que hoy se reúnen para debatir sobre el resultado electoral. Primero escucharán el análisis del secretario general y futuro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se basará en este documento por él inspirado.

"El atentado elevó dramáticamente la temperatura emocional de la opinión pública y, por tanto, se creó un clima fuertemente incentivador de la participación en las urnas", señala el documento. Y continúa: "El posterior intento de manipulación informativa desde el Gobierno hizo que cristalizara bruscamente un intenso sentimiento de rechazo ciudadano que venía incubándose desde mucho tiempo antes". Se citan como ejemplos "las mentiras del Prestige

, las mentiras de la guerra de Irak, las mentiras del accidente del Yakovlev, etc". Este análisis añade que "el fenómeno de rechazo fue especialmente intenso en los jóvenes", a los que Zapatero se dirigía permanentemente en todos sus actos públicos, pidiéndoles que fueran "los artífices del cambio en España".

Los dirigentes del PSOE aseguran que, según sus datos, al comienzo de la campaña electoral había una mayoría de ciudadanos proclives al cambio: un 55%. A la altura del 10 de marzo, algo más del 60% quería el cambio. "El 10 de marzo nuestra ventaja era ya de un punto", se lee en este texto. Día a día se producía un "constante avance del PSOE y un correlativo descenso del PP", aseguran.

Los analistas del PSOE consideran errónea la campaña del PP por basarla casi al completo en arremeter contra los socialistas por la formación del Gobierno tripartito en Cataluña. El PSOE se propuso estimular la participación y el voto de los jóvenes y lo consiguió a pesar de que el PP trató de hacer una campaña "gris". Según los socialistas, durante la campaña la imagen de Zapatero fue creciendo a la velocidad que se apagaba la de Mariano Rajoy".