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La CNE asegura que la venta de energía verde es un "engaño"

La Comisión ve indicios de ilegalidad en planes de Iberdrola y Endesa

La venta de supuesta "energía verde", no contaminante, por parte de Iberdrola y de Endesa es un "engaño" que puede vulnerar las normas de consumo y de la competencia. Así de rotundo es el informe hecho público ayer por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) sobre la publicidad de esta energía y que tiene por fin vender más cara la luz (hasta el 2%) a los clientes más preocupados con el medio ambiente.

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El informe de la CNE, que abrió un expediente informativo sobre la publicidad de la llamada "energía verde" en octubre de 2003, considera que, si bien las ofertas que hacen las eléctricas Endesa e Iberdrola para vender "energía verde" no constituyen una "infracción directa" a la legislación eléctrica, sí contienen "indicios suficientes" como para poner "los hechos en conocimiento" del Instituto Nacional de Consumo y del Servicio de Defensa de la Competencia.

Las críticas de la CNE se centran, más en Iberdrola que en Endesa, según aclara en el informe, y en concreto, "en la posible falta de información o el carácter engañoso de las campañas publicitarias" de las compañías. Éstas venden la energía verde más cara (un 2,45% sobre el término de energía o un 1% sobre la tarifa en el caso de Iberdrola y 2% en el caso de Endesa) y, a cambio, garantizan supuestamente que la energía vendida al cliente es de origen renovable. Iberdrola promete en sus contratos, según la CNE, que el consumo anual del cliente que contrata este tipo de energía se va a cubrir con energía procedente al 100% de fuentes renovables. Más modesta, Endesa sólo se compromete a que el equivalente al consumo del cliente será generado en hidroeléctricas. Añade que plantará 10.000 árboles autóctonos.

Contraprestación

Irónicamente, la CNE estima que plantar cada árbol cuesta 2,5 euros, por lo que "cabría cuestionarse si los clientes contratarían la energía verde si supieran que la única contraprestación concreta que justifica el incremento de su precio en un 2% es la plantación de un árbol por un importe de 2,5 euros".

En su argumentación, la CNE recoge que "el origen del engaño [de las campañas publicitarias] estaría en el hecho de que la suscripción de este servicio no comporta modificación en cuanto a la energía que se suministra a través de las redes de distribución, no siendo necesariamente energía proveniente de instalaciones de régimen especial de carácter renovable o de instalaciones hidráulicas". En suma, asegura la CNE, Endesa e Iberdrola (el resto de eléctricas no comercializa el producto) "se estarían valiendo del engaño sobre el modo de fabricación [de la energía verde] para captar clientes en el mercado liberalizado".

El varapalo de la CNE a las eléctricas se extiende al sistema por el que éstas garantizan el origen de la energía vendida como "verde". Es Red Eléctrica de España (REE), en nombre de "una asociación belga de derecho privado" llamada RECS, la que emite los certificados de pureza de la energía verde. Pues bien, según la CNE, las empresas "falsean la realidad o confunden a los consumidores atribuyendo a REE funciones públicas o cuasi públicas". Endesa no comentó el informe e Iberdrola aseguró que está a disposición de los organismos competentes.

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