Alonso critica a los comerciantes que entraron como socios en El Boulevard sin abrir tienda
El alcalde defiende que la construcción del centro fue "muy ventajosa" para la ciudad
El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, admitió ayer su "decepción" con los comerciantes locales que se involucraron como promotores de El Boulevard y que no han abierto tienda en este centro comercial, lo que refleja que no querían instalar sus negocios en él sino más bien obtener una revalorización de la inversión que realizaron en complejo. Alonso reconoció que los minoristas se han aprovechado del Ayuntamiento, que impulsó el centro para integrar en él al comercio local, propósito que se ha desvanecido con su inmediata venta a una gestora de inversiones holandesa.
Alonso cerró ayer el turno de comparecencias ante la comisión municipal que investiga la venta de El Boulevard a una gestora de inversiones de ING. A partir de ahora, los grupos elaborarán las conclusiones y presumiblemente intentarán elevarlas a pleno para que sean refrendadas con el mayor respaldo posible. La comparecencia del alcalde popular era una de las más esperadas por los partidos de la oposición, que le interrogaron durante casi cuatro horas sobre los pormenores del convenio que propició la construcción del centro y, especialmente, por el hecho de que los comerciantes locales se hayan quedado sin capacidad de control sobre la propiedad y la gestión de la gran superficie.
Desde que se hizo pública la venta, a principios de febrero, hasta ayer mismo, el alcalde rechazó todas las críticas vertidas desde la oposición, que reprocha al Ayuntamiento dos cuestiones. Por una parte, que no ha velado de manera correcta por el interés general, al no beneficiarse el consistorio de las plusvalías que va a generar a unas sociedades privadas la venta del centro, que se asienta sobre unos terrenos que en su origen eran de propiedad municipal. Y por otra parte, la oposición se siente engañada porque el espíritu del convenio que asignó los terrenos al grupo promotor evitando la subasta pública era el de proteger a los pequeños comerciantes ante el desembarco que se anunciaba en Vitoria de grandes superficies. Integrándoles en El Boulevard, mediante la apertura de tiendas, y haciéndoles partícipes de la propiedad, los partidos creían que ese comercio local estaría en mejore situación de competir.
Sin embargo, los hechos han demostrado que buena parte de esos minoristas a los que se quería proteger entraron en el negocio con otra idea. Tan sólo 18 de los 99 comerciantes de Vitoria que participaron como promotores en el centro -están agrupados en una sociedad llamada Inalcosa- ha abierto tiendas en sus galerías: un total de 28 de las 150 con que cuenta el complejo.
"Disfrazados de otra cosa"
Alonso defendió a esos 18 comerciantes porque han "arriesgado" sin saber si la operación podía salir bien o mal y permiten que el comercio local está representado en el macrocentro. Pero lamentó que "algunos comerciantes aparecieron disfrazados de otra cosa", dijo refiriéndose a aquellos que acudieron al Ayuntamiento representando a sus negocios pero que se han quedado luego como simples socios capitalistas en la sociedad promotora del centro comercial.
Por ello, admitió que, si tuviera que dar otra oportunidad similar al pequeño comercio, se la daría, pero introduciendo una serie de cautelas que eviten lo que ha ocurrido en El Boulevard: comerciantes que no abren tiendas, un centro que se vende a una multinacional al día siguiente de inaugurarse y la evidencia de que los minoristas nunca tuvieron posibilidad de dirigirlo y que sabían que su destino casi seguro era su enajenación, según han confirmado los otros dos promotores del complejo, ING Real State y Eroski.
Pero en este punto el alcalde contraatacó, replicando a la oposición que integrar al comercio local no era el objetivo fundamental de la construcción de la gran superficie. "Era un motivo más, pero no el más importante". Alonso citó varias razones: el traslado de la acería de Sidenor que ocupaba el solar, algo que ya había conseguido su antecesor, José Ángel Cuerda; reformar los viales de la zona norte de la ciudad, y revitalizar el barrio de Zaramaga, donde se enclava el complejo. "La operación ha sido muy beneficiosa para Vitoria, a pesar de que algunos comerciantes locales hayan defraudado nuestra confianza", dijo.
Alonso también defendió que el Ayuntamiento no sacara a subasta el solar y lo adjudicara directamente a los promotores de El Boulevard, porque "lo que más nos interesaba era que Eroski tomara parte en el proyecto". Se trataba de quitar el hipermercado que Eroski tenía a las afueras de la ciudad, que había quedado obsoleto, e integrarlo en la trama urbana. Eroski ha conseguido con el cambio duplicar su superficie comercial y disfrutar de un inmejorable escaparate.
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