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MATANZA EN MADRID | Las víctimas

OLEKSANDR KLADKOVOY / Dos sueños

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Oleksandr Kladkovoy -albañil de la minoría rusa de Ucrania, de 56 años y divorciado- tenía dos sueños. Quería una bicicleta en Madrid y una pequeña casa, con vistas al mar Negro, en Crimea. Después de trabajar un año sin papeles en la construcción, el invierno pasado se compró una bicicleta de montaña plateada.

Oleksandr se llamaba Álex en Madrid, un nombre mucho más fácil de pronunciar para sus jefes.

Desde que llegó a España, hace dos años, vivía en el salón de la casa que su hermana tiene en el barrio de Santa Eugenia. A menos de un metro de la cama plegable en la que dormía está su bicicleta reluciente. "La limpiaba todos los días". Su sobrino, Vsevolod, cuenta que su tío aprovechaba cualquier rato libre para "recorrer Madrid" pedaleando: "Era muy fuerte". Vsevolod sonríe cuando recuerda los pulsos que echaba con su tío por las noches, después de trabajar: "Decía que iba a vivir 100 años porque en su familia eran unos supervivientes".

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El otro sueño de Álex, el de tener una pequeña dacha en su Crimea natal, se quedó a medias el 11 de marzo. Estaba ahorrando para jubilarse allí. Pero todavía le faltaba bastante dinero para llegar a los 3.000 euros que necesitaba. Además de no tener papeles, Álex, a causa de su edad, sólo conseguía trabajos esporádicos.

El sueño de Álex se habría completado si allí, en su pequeña dacha "con vistas", hubiera estado rodeado de su familia.

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Oleksandr estuvo casado dos veces. Con Larisa, su primera mujer, tuvo a Olga (32). Del segundo matrimonio nacieron Oleksandr (24), Denis (21) y Kiril (17). Pero Tatiana, su segunda mujer, se llevó a los tres niños a Polonia cuando se divorciaron. Su sobrino cuenta que Álex "no sabía dónde estaban... Sólo quería hablar con ellos porque pensaba que se habían olvidado de él".-

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