Los musulmanes y el 11-M

¿Tenemos los ciudadanos de confesión musulmana derecho a no considerarnos vinculados de ninguna manera a los perpetradores de la masacre del 11-M y a no necesitar decir que no somos terroristas? Para los musulmanes, hoy, estas dos preguntas son esenciales. El 11 de marzo tuvimos en Madrid no menos de 6 muertos y 60 heridos musulmanes. Nuestro dolor y nuestra solidaridad, no obstante, se dirigen a la totalidad de las víctimas y sus familias y allegados.

Parece algo evidente, pero creemos que hay que señalarlo: los 1.300 millones de musulmanes que conformamos la Umma o Comunidad de creyentes no podemos evitar que en un lugar y momento determinados surja un grupo organizado en red que pretenda, sintiéndose musulmán, realizar lo que considera una respuesta defensiva a lo que percibe como un ataque al Islam. Pueden ser 200 personas en 20 países frente a 1.300 millones en todo el globo. Los vascos sabemos que así pueden suceder las cosas. Y ello aunque el Islam, mensaje sagrado portador de paz y fraternidad, se opone explícitamente a toda muerte de inocentes. La masacre de Madrid, como cualquier otro acto terrorista, es anti-islámica para una gran mayoría de los musulmanes reales que vivimos no sólo aquí, sino en muchos otros lugares del mundo.

Pero consideramos legítimo poder sentir el dolor tras el 11-M como cualquier otro ciudadano. Y nos inquieta el que nuestra afirmación de ser musulmanes, "No hay más Dios que Allah y Muhammad es su profeta", en la práctica social se transforme en un "soy musulmán pero estoy en contra del terrorismo", en un "soy musulmán pero...". Un musulmán no es responsable de todas las acciones y opiniones de cualquier otro de los 1.300 millones de musulmanes, que viven obviamente en contextos socioculturales y geopolíticos muy variados. Todos somos musulmanes, sufrimos el impacto del 11-M en mayor o menor medida, pero también sufrimos todos los días los impactos de una persistente e injusta barbarie en Palestina, Chechenia, Irak y otros lugares donde las víctimas a veces no disponen de un móvil para llamar a sus seres queridos antes de perder la vida. Es atroz, pero es una parte del análisis que debemos hacer en este momento.

Nos preguntan qué sentimos más, que el 11-M haya sido obra de ETA o que haya sido obra de Al Qaida. ¡Vaya pregunta para hacer en caliente a musulmanes vascos! Reivindicamos el derecho a ser como cualquier otro ciudadano frente a este tipo de disyuntivas. El Islam se opone totalmente a las actitudes irracionales, inmoderadas, nihilistas, ultraviolentas. Desde Assabil, el Centro Socio-cultural Islámico del País Vasco, tenemos 365 días al año para demostrar que los ciudadanos de confesión musulmana queremos la paz y el diálogo intercultural, la construcción de una sociedad más humana.