La adjudicación de tuberías para el trasvase del Ebro se parará
En el área de medio ambiente, al PSOE le esperan dos temas calientes: la adjudicación de 555 kilómetros de tuberías de acero helicosoldado con destino al trasvase del río Ebro que el Gobierno del Partido Popular licitó el 20 de febrero pasado por más de 600 millones de euros y el Protocolo de Kioto.
A finales de marzo expira el plazo de comunicación a la Unión Europea del plan de asignación de emisiones de gases de efecto invernadero para seis grandes sectores productivos: eléctricas, cementeras, refino, vidrio, cerámica y papel.
Cristina Narbona, secretaria federal de Medio Ambiente, afirma que pedirán a la Unión Europea una moratoria, dado el retraso que acumula la actual administración en esta materia y la ausencia material de tiempo para que España cumpla los deberes.
En cuanto a las licitaciones pendientes del trasvase del Ebro, el PSOE tiene clara la decisión de paralizarlas. No se adjudicarán los contratos para construir los 391 kilómetros de trasvase sacados a licitación por la ministra de Medio Ambiente, ahora en funciones, Elvira Rodríguez.
Ningún paso irreversible
Los socialistas han llamado la atención al ministerio de Medio Ambiente para que la empresa Trasagua no dé ningún paso irreversible.
Para no dejar escapar ayudas europeas (fondos Feder o de cohesión), un grupo de técnicos acelera la preparación de un paquete de proyectos alternativos a los incluidos en el anexo al Plan Hidrológico Nacional sobre utilización de aguas residuales y aprovechamiento de acuíferos en el litoral mediterráneo para presentarlos a Bruselas.
"En todo caso", asegura Cristina Narbona, "tenemos de plazo hasta diciembre de 2006".
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