Los vecinos críticos con la construcción de la mezquita de Reus desconvocan su manifestación de protesta
Mañana no habrá manifestación contra la construcción de la mezquita de Reus en el polígono industrial Dyna. De momento. Así se decidió en un encuentro entre representantes vecinales críticos con el centro islámico y el Ayuntamiento, en el que los vecinos aceptaron desconvocar la manifestación y el consistorio defendió que este polígono es la ubicación idónea por su lejanía de la ciudad, ya que está separado de las viviendas más cercanas unos 300 metros.
Fuentes municipales aseguran que la decisión es irrevocable y que así pretenden zanjar de una vez por todas una polémica que se arrastra desde hace más de tres años y es el principal quebradero de cabeza del gobierno formado por el PSC, ERC e ICV-EUiA.
La mancomunidad de vecinos de la urbanización Jardins de Reus, la más cercana al polígono, ha aceptado estudiar la propuesta del Ayuntamiento para ubicar allí el centro de culto de la Comunidad Islámica Cultural de Reus y el Baix Camp. Este grupo vecinal, cuyos portavoces se desligaron de las pintadas xenófobas aparecidas en los últimos días en una mezquita en fase de construcción, ha criticado no haberse enterado del proyecto hasta que las obras ya habían empezado. En los días de mayor concurrencia, el local religioso puede llegar a reunir unas 3.000 personas, las que integran el colectivo musulmán local.
Desde hace dos años, el Ayuntamiento ha negociado con propietarios e inmobiliarias de Reus para conseguir un local y ha obteniedo siempre un no por respuesta cuando los dueños sabían que el arrendatario sería el colectivo musulmán. "Nadie es racista, pero esto pasa", dijo con sarcasmo un concejal. Por otra parte, un colectivo ciudadano ha convocado para el viernes una manifestación por la tolerancia y la convivencia, y contra el racismo, el conflicto y la demagogia. En la última asamblea vecinal de Jardins de Reus, el portavoz municipal del PP llamó a la movilización y se oyeron frases que relacionaban musulmanes y terrorismo. El portavoz del PP, Miguel Ángel López Mallol, matizó después que propuso una manifestación como la mejor solución para canalizar la crispación vecinal, ya que algunos preferían acudir a las obras de la mezquita y derrumbarla.
