Repercusiones internacionales del 11-M / 3

En este grave momento, cuando aún la sombra del dolor por los inocentes muertos y el asombro por la dimensión de tal barbarie sigue en nuestro corazón, un llamamiento a la calma es necesario para mantener intacto este espíritu de solidaridad y de civismo que ha demostrado la sociedad española en su conjunto después de los bárbaros atentados del 11 de marzo.

Por otro lado, cabe añadir que la política internacional de España ya no será lo que fue hasta las elecciones del 14 de marzo. Habrá un cambio radical a raíz del resultado de estas elecciones, como ya lo anunció Zapatero: la retirada de los soldados españoles a partir del 30 de junio, si la ONU no logra conseguir un papel clave para Irak. El impacto simbólico de retirar los 1.300 soldados españoles no cambiará radicalmente la situación en términos militares, pero sí le daría un gran golpe a EE UU y Gran Bretaña por su implicación en una guerra ilegal, no avalada por la ONU.

El cambio de actitud de España respecto a la guerra influirá, sin duda alguna, en el curso del desarrollo de los acontecimientos tanto respecto a Irak como en el mismo proceso de las elecciones presidenciales de EE UU. Aunque Kerry haga un llamamiento para el mantenimiento de las fuerzas españolas desplegadas en Irak, como presión al futuro presidente de Gobierno, esta actitud de Zapatero no se verá sancionada porque Kerry apoyó y votó a favor de la guerra contra Irak, mientras Zapatero se posicionó desde el primer momento en contra de esta guerra, injusta e ilegal desde todos los puntos de vista. España estará donde tiene que estar, del lado de sus aliados europeos, Francia y Alemania, lo que supondría también un desbloqueo respecto al proyecto de Constitución de la Unión Europea.

Los nuevos cambios en política exterior que se perfilan tendrán como consecuencia directa abrir una nueva relación con sus vecinos más directos de la cuenca sur del Mediterráneo, especialmente con Marruecos para desbloquear la situación tensa creada durante los últimos años entre nuestros dos países.

Asistiremos, sin duda alguna, a una colaboración más intensa, tanto en los temas clásicos de cooperación pendientes de mayor interés para los dos vecinos, como en los temas como en la coordinación en la lucha antiterrosista.