Rajoy presentará su candidatura al congreso que celebre el PP tras las elecciones europeas
El Partido Popular pretende mantener la presidencia del Senado por ser el grupo más votado
Mariano Rajoy quiere ser el próximo candidato del PP a la presidencia del Gobierno. Para ello presentará su candidatura como líder del PP en el congreso de su partido, previsto para el próximo enero, pero que podría adelantarse tras las elecciones europeas de junio. El PP se va a volcar en las elecciones europeas para conjurar su derrota del 14-M como un "suceso producto de unas circunstancias excepcionales". El PP, además, pretende la presidencia del Senado. Mantiene que este cargo siempre ha recaído en el grupo más votado, pero le faltan cuatro senadores para la mayoría absoluta.
El PP tiene media docena de prioridades para la gestión de su derrota. La primera, y que más les afecta a su patriotismo de partido, es reivindicar el nombre, la imagen y la gestión del presidente del Gobierno saliente, José María Aznar. En eso se van a volcar, al punto de convocar un mitin en su honor el próximo día 27 en la plaza de toros de Vista Alegre. Fue allí donde el PSOE celebró en octubre de 2002 un acto de reivindicación de los 13 años de Gobierno de Felipe González. Y allí tenía previsto concluir el PP su campaña electoral antes de que los atentados del 11-M la cerraran de golpe. "No vamos a permitir este ataque furibundo contra Aznar, que le acusen de golpista o de asesino", advierte un alto dirigente del PP que vuelve ahora al Congreso.
La segunda prioridad es organizar su participación en el Congreso de los Diputados y en el Senado de forma eficaz para ejercer la oposición. Esa organización -los portavoces, los portavoces adjuntos y los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado- la decidirá personalmente Rajoy. Su objetivo es que la oposición parlamentaria del PP se concentre en la gestión que haga el Gobierno socialista, sobre todo en economía y creación de empleo, así como en defender la estabilidad constitucional.
La tercera prioridad se incluye también en esa organización parlamentaria como grupo de la oposición: El PP pretende conseguir la presidencia del Senado con el argumento de que el grupo mayoritario ha ostentado siempre ese cargo. Pero sus 126 escaños quedan a cuatro de la mayoría absoluta de un total de 259 senadores.
El PP busca negociar esa presidencia con el PSOE, que tiene 96 senadores, dentro de un paquete global de conformación de las Mesas de las dos Cámaras. Pero tal negociación tiene un límite irrenunciable para los populares: no aceptarán ni cambiar la Constitución ni una reforma del Senado que implique modificar la Carta Magna. De no alcanzar ese acuerdo, el PP tendría que buscar el apoyo de un grupo minoritario, como Coalición Canaria (4 senadores) o CiU (7). O el PSOE pactar con la presidencia con todos los grupos a excepción de los populares. Y la Entesa (16 senadores) también tiene interés en esa presidencia del Senado.
El cuarto objetivo prioritario del PP para su nuevo rol de partido de la oposición es volcarse en la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán el próximo junio. Su objetivo es obtener el mejor resultado posible para afianzar su tesis de que el fracaso obedeció a las "circunstancias excepcionales desatadas tras el 11-M".
Cada día son más los dirigentes del PP que enfatizan que lo importante es "asumir ya" que el PSOE ha ganado las elecciones y empezar a preparar las siguientes. "Es verdad todo lo que se quiera, y lo es, pero nadie fue a votar con una pistola en el pecho", comenta un veterano diputado para enfatizar que tiene poco sentido perder tiempo en lamer las propias heridas.
Los populares destacan que pese a las "adversas" circunstancias en las que se desarrolló la jornada electoral del domingo tuvieron 9,6 millones de votos. "Ésos han demostrado que son muy nuestros", asegura un senador. Añade que el PSOE no tendrá tan fácil mantener el apoyo de abstencionistas y jóvenes que les votaron el domingo.
El quinto objetivo, y más importante, es consolidar el liderazgo de Mariano Rajoy. Él ha decidido que presentará su candidatura como líder del PP en el congreso del partido y aún medita si es mejor mantener el congreso en la fecha prevista de enero de 2005, o adelantarlo a después de las elecciones europeas. Aparentemente, casi todo el PP respalda al candidato perdedor para intentar recuperar el Gobierno en 2008. Dicen que le ven como un "buen corredor de fondo". Aunque eso se discutirá el martes en una Junta Directiva Nacional, el máximo órgano de ese partido entre congresos.
El sexto objetivo no es tanto del PP como del Gobierno: hacer "un traspaso de poderes ordenado", pues ésa es la instrucción de José María Aznar.
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