En libertad con cargos el acusado de causar el incendio de Sant Lorenç Savall en el que murieron cinco personas
El vecino de Sabadell Joaquim H. L. L., de 62 años, detenido por su presunta implicación en el incendio que causó cinco muertos el pasado mes de agosto en la localidad de Sant Llorenç Savall (Vallès Occidental), ha sido puesto en libertad con cargos por el juez, informaron ayer fuentes judiciales encargadas del caso.
El supuesto pirómano fue arrestado por la Guardia Civil el pasado lunes después de varios meses de pesquisas. El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Sabadell decidió dejarle en libertad el mismo día, ya que "el Ministerio Fiscal no solicitó ninguna medida cautelar", en contra del presunto incendiario, añadieron las mismas fuentes.
Aun así, a Joaquim H. L. L. se le mantienen los cargos por su presunta implicación en el devastador incendio. Es por eso por lo que el presunto autor del incendio tendrá que comparecer regularmente ante el juez mientras avanza la investigación judicial.
El presunto pirómano, a quien se le imputan un delito de incendio y cinco homicidios imprudentes, ha negado todos los hechos durante la declaración que prestó ante el juez.
El trágico incendio que arrasó el pasado verano el parque Natural de Sant Llorenç Savall se declaró el 10 agosto y causó la muerte de cinco miembros de una misma familia cuando intentaban escapar de las llamas. Fue unos de los más graves incendios intencionados de los últimos años. Las llamas que se mantuvieron durante varios días activas devastaron 1.300 hectáreas, y conmocionaron a la población, de 2.000 habitantes.
Durante cuatro días, el fuego arrasó un total de 4.600 hectáreas de masa forestal de los municipios de Sant Llorenç Savall, Mura, Granera y Monistrol de Calders y obligó a evacuar a miles de personas de las comarcas del Vallès Occidental, el Vallès Oriental y el Bages. En este incendio fallecieron cinco personas. El único hombre fue Felip Fernández Closas, que se había presentado a las elecciones municipales por el PSC. De las cuatro mujeres, una era la esposa de Fernández Closas y la otra la hija de éstos. Las otras dos eran, respectivamente, la madre y la hermana de uno de los miembros del matrimonio. En el incendio tuvieron que intervenir para sofocarlo 23 aeroplanos y helicópteros y 47 coches de bomberos.
