Unidad contra la sinrazón

Unas 45.000 personas asistieron a partir de las siete de la tarde de ayer a la manifestación que se llevó a cabo por diversas calles de Alcalá de Henares (Madrid) en memoria de las víctimas del atentado terrorista del 11-M, que costó la vida a más de 40 residentes alcalaínos que viajaban en los trenes en los que fueron colocados los artefactos explosivos y heridas a otros muchos.

La manifestación estuvo encabezada por una pancarta con el mismo lema que las celebradas el viernes en todas las ciudades de España: Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo. La marcha partió de la plaza de las Veinticinco Villas y discurrió en silencio, sólo roto por salvas de aplausos espontáneos que surgían de los manifestantes.

Asistieron el alcalde, Bartolomé González; el vicepresidente regional y consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada; el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo; el portavoz y la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas y Ruth Porta, respectivamente; el rector de la Universidad de Alcalá, Virgilio Zapatero; el vicepresidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría; los secretarios generales de CC OO y UGT de Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez; Rodolfo Benito, miembro de la ejecutiva confederal de CC OO, que perdió a un sobrino en el atentado; y los portavoces de PP, PSOE e IU en el Ayuntamiento de la localidad.

La marcha recorrió diversas calles y finalizó en la plaza de Cervantes. A su paso por la Vía Complutense, algunos de los asistentes hicieron entrega de un ramo de flores a la madre y un hermano del sobrino de Rodolfo Benito, que se llamaba también así, y que recibieron en medio de una gran emoción.

Al término de la manifestación, la periodista de Telemadrid Inmaculada Loeches leyó un comunicado en el que destacó que esta manifestación servía para expresar, "en nombre de todas las fuerzas democráticas, políticas, sociales, sindicales y vecinales, en nombre de todo Alcalá", la más firme y enérgica condena ante este atentado. "Queremos trasladar nuestro dolor y sufrimiento por todas las víctimas y expresar también una vez más nuestra solidaridad, todo nuestro apoyo y todo nuestro cariño a sus familiares y amigos en estos momentos tan difíciles", añadió.

"La unidad democrática de todos los grupos es el mejor de los caminos para afrontar una situación desgraciada y preocupante. Pero también queremos trasladar a la ciudadanía", siguió leyendo Inmaculada Loeches, "un mensaje de esperanza, un mensaje de libertad. Y todo ello bajo el respeto y el auspicio de la unidad de los demócratas frente a la barbarie de los terroristas".

"Queremos manifestar", terminó, "el convencimiento de que la unión de todos los demócratas acabará con el absurdo y la sinrazón bajo el permanente recuerdo a nuestras víctimas; queremos agradecer a toda la ciudadanía el descomunal ejemplo que ha sabido trasladar en un momento tan crítico y tan desgraciado. Las escenas terribles de este atentado no se nos olvidarán nunca, pero tampoco las escenas de solidaridad y compromiso de millones de personas que nos indican que nuestra sociedad sabrá recuperarse de este dolor infinito con madurez. Y tampoco olvidaremos nunca a las víctimas, a nuestros amigos y familiares muertos, que seguirán siempre en nuestra memoria para ayudarnos a construir una ciudad mejor y un mundo mejor. Ese mundo mejor es nuestra esperanza, la esperanza que ningún terrorista puede quitarnos".

Los concentrados guardaron a continuación un minuto de silencio. Un niño subió después hasta la plataforma desde la que se había leído el manifiesto y soltó seis palomas blancas mientras sonaba el Adagio de Albinoni. Los miles de personas que abarrotaban la plaza prorrumpieron en un aplauso que se prolongó durante varios minutos.