Los sindicatos convertirán el 1º de Mayo en una repulsa contra el terrorismo

UGT y CC OO dejarán en un segundo plano sus reivindicaciones laborales este Primero de Mayo. Quieren que esa jornada se convierta en una expresión de la repulsa de los trabajadores y sus representantes contra el terrorismo. Un cambio que también se pudo percibir ayer en las reuniones paralelas de los consejos confederales de ambas centrales sindicales.

Comisiones Obreras celebró una sesión para preparar su congreso de abril y allí aprobó, sin ningún voto en contra, el reglamento con el que se debe desarrollar. Pero ayer, en contra de lo habitual, apenas hubo referencias a las discrepancias que dividen el sindicato en tres corrientes. Todas las intervenciones de responsables de la central estuvieron marcadas por la tragedia del 11-M y por la vinculación directa de algunas de las víctimas con sindicalistas. En el atentado de Madrid murió Rodolfo Benito, sobrino del dirigente de CC OO llamado como él, y el sindicalista no tuvo fuerzas para acudir ayer al consejo.

La reunión de UGT discurrió en un clima similar. Allí se oyeron varias intervenciones que propusieron que el próximo Primero de Mayo todo el protagonismo se vuelque en el rechazo contra los atentados y contra el terrorismo.

Un "dolor colectivo"

Las dos centrales tienen todavía que reunirse para organizar esa jornada y fijar los lemas. Parece claro que el 11-M ha trastocado los planes y que habrá una modificación en la orientación de las reivindicaciones. Los sindicalistas pensaban que las pancartas y los mítines tuviesen como primer mensaje pedir que se acelere la Constitución europea y que se fortalezcan las instituciones comunitarias. Ahora, las prioridades son otras.

La resolución aprobada por el Consejo de UGT se inicia con la expresión del "profundo dolor colectivo por las víctimas del atentado". Junto a un condena rotunda por la matanza de Madrid, la central pide a los responsables políticos y policiales "la persecución sin descanso de los culpables, sobre los que debe caer, más que nunca, todo el peso de la ley".

El objetivo inicial del consejo era analizar los resultados de las elecciones generales. La victoria socialista supone para UGT el inicio de una etapa basada en la "revitalización democrática". La central expresa su "plena confianza" en que el futuro Gobierno "apostará decididamente, conforme a la voluntad manifestada en su programa político, por el progreso social", por reformas progresistas y por medidas para superar la precariedad del empleo.