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La Caja Vital negoció con ING una participación en la gestión de El Boulevard

La Caja Vital negoció con la multinacional ING la posibilidad de participar directamente en la gestión del centro comercial El Boulevard, una vez que los promotores del complejo acordaron la venta de éste al fondo de inversiones holandés el año pasado. El objetivo de la Caja Vital era que el centro no quedará desvinculado de Vitoria, ya que con la venta a la multinacional holandesa los minoristas locales, que hasta ese momento eran gestores, se quedaban sin capacidad de control.

José Ignacio Iglesias, director económico financiero de la Caja Vital, realizó ayer estas declaraciones ante la comisión del Ayuntamiento de Vitoria que investiga la venta del centro tres meses después de inaugurarse el pasado mes de noviembre. Esta operación deja sin efecto la premisa de proteger al pequeño comercio local con la que el Ayuntamiento impulsó la operación en un solar de su propiedad y que ha llevado a la oposición a forzar la creación de la comisión.

La Caja Vital forma parte de Inalcosa, la sociedad que aglutina a 90 minoristas que junto a Eroski y una filial de ING son los promotores del centro. Inalcosa sólo cuenta con el 30% de las acciones, por lo que no puede hacer nada ante la decisión de los otros dos socios de vender el centro. Según explicó Iglesias, en diciembre del año 2000 los consejeros de Inalcosa se pusieron en contacto con la Caja Vital para pedirle que participara junto a ellos en la construcción del complejo ya que no disponían de los 1.800 millones de las antiguas pesetas que necesitan para completar el 30% del capital.

La Caja aportó definitivamente en la primavera de 2001 los 594 millones de pesetas que le faltaban a Inalcosa, con lo que se hizo con el 33% de las acciones de esta sociedad, lo que a su vez representa el 10% del total de los 6.000 millones de pesetas de capital del conjunto de los promotores. Los primeros rumores de que Eroski y la filial de ING, con un 70% de las acciones, querían vender puso en alerta a la Caja en 2002. Cuando esa venta era irremediable, la entidad financiera contactó directamente con el comprador, la matriz de ING para adquirir una participación directa en la futura gestión, pero la respuesta de la multinacional fue que no les hacía falta más compañeros de viaje.

Así, se produjo una votación entre los promotores en julio de 2003, donde Eroski y la filial de ING votaron a favor de vender e Inalcosa se abstuvo. Se trató de una "abstención motivada", señaló Iglesias. "Por una parte", prosiguió, "la Caja Vital e Inalcosa dejaron claro que no querían vender, pero al estar en una situación de minoría estábamos obligados a estudiar la oferta, que resultaba interesante para los intereses de la Caja".

La única variable que estudió la entidad a la hora de tomar una participación en Inalcosa fue la posible rentabilidad de la explotación comercial, sin plantearse que una posterior venta del complejo pudiera generar unas sustanciosas plusvalías. El director económico financiero de la Caja reconoció que un centro como El Boulevard puede ofrecer una rentabilidad anual que logre rondar el 10%.

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"Cuando entramos en Inalcosa no existía ninguna información que hiciera pensar en una posible venta tras la inauguración del centro", apuntó, aunque reconoció que el mundo de los negocios siempre está "abierto a cualquier tipo de cambio".

Para hoy está prevista la comparecencia de los representantes de Eroski, Inalcosa y de la filial de ING, es decir, los promotores de El Boulevard. Los tres comparecerán de forma conjunta a petición suya, aunque los cuatro partidos que integran la comisión les formularán las preguntas por separado.

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