Joaquín Cortés estrena en Milán su espectáculo 'De amor y odio'

Flamenco, ballet y danza contemporánea se funden en De amor y odio, el nuevo espectáculo del bailaor español Joaquín Cortés, que se estrenó ayer en Milán y en el que se recrea la débil frontera que separa ambos sentimientos. "Es un espectáculo que habla de emociones contrastadas, un poco una denuncia a lo que está pasando en el mundo", dijo el artista andaluz, que en esta ocasión ha elegido la capital lombarda para el lanzamiento mundial de su quinta producción, realizada con la colaboración de su tío y coreógrafo, Cristóbal Reyes, y del bailaor Carlos Lérida.

Cortés ha querido hacer de su nuevo espectáculo un cuento, explicó, con hilo argumental: las contradicciones de los sentimientos humanos, el bien y el mal en un mundo que muestra cada vez más la violencia y la guerra. "Hoy el mundo es más odio que amor, y lo hemos visto hace unos días, en España", recordó el bailaor en referencia a los atentados de Madrid, aunque hizo hincapié en que "aún hay esperanza de que todo puede cambiar".

Una esperanza que el artista flamenco ha llevado al escenario con una espectacular puesta en escena de la mano de la técnica, con 15 pantallas gigantes que multiplican para el público, en formato cinematográfico, cada movimiento de los 20 bailarines que intervienen en la coreografía. Temas como la intolerancia, la falta de amor, la envidia, la guerra y las epidemias se mezclan en un espectáculo que conjuga el flamenco con la danza contemporánea y ritmos tradicionales con música tecno a cargo de un pinchadiscos.

Bailarines volando

Otra de las novedades es el uso de arneses para "hacer volar" a los bailarines varios metros por encima del escenario, en un estilo de espectáculo que, según Cortés, mantiene estrechos vínculos con el de los acróbatas del canadiense Cirque du Soleil. Los bailaores, 13 mujeres y 7 hombres seleccionados de entre más de 400 candidatos, son jóvenes "con los que hemos estado trabajando muy duro en los últimos seis meses a nivel danza", ya que deben interpretar baile clásico, contemporáneo, tango y flamenco, explicó ayer Cortés.