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Reportaje:ELECCIONES 2004

El voto secreto pero compartido de los ciegos

Un invidente emprende una batalla administrativa para lograr un sistema que permita al colectivo el sufragio confidencial

Clara Blanchar

"Todo el mundo puede votar en secreto, y los ciegos tenemos que contárselo a alguien". José Ángel Carrey tiene 32 años, es invidente de nacimiento y hace unas semanas emprendió una batalla administrativa para lograr que los ciegos puedan ejercer su derecho al voto en secreto. Ahora, para los votantes invidentes la Ley Electoral prevé el "sistema de votación asistida", que consiste en que "se sirvan de una persona de confianza" para ejercer este derecho.

Esto es lo que acostumbraba a hacer Carrey. Votaba en Zaragoza, donde nació, acompañado de sus padres: les confiaba su elección y éstos introducían la papeleta escogida en el sobre. Actualmente vive en Rubí y explica que no tiene suficiente confianza con nadie. Pero no se trata sólo de este inconveniente. "Aunque tuviera a alguien, tengo derecho a ejercer mi voto en secreto, como todos", exclama. "Tendría que haber papeletas en braille, es un tema de voluntad".

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Para lograrlo, a comienzos de marzo presentó una reclamación ante la Junta Electoral de Sabadell, su zona, en la que alerta, entre otros aspectos, de que "la inexistencia de papeletas accesibles para los ciegos supone un menoscabo del derecho fundamental de sufragio para este colectivo". La respuesta le llegó anteayer, pero no le ofrece ninguna solución. La carta remite al artículo 87 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), el del "sistema de votación asistida" y afirma que "no cabe sustituirlo por otro en tanto no se modifique la LOREG". Es decir, habría que cambiar la ley.

Pero Carrey, que trabaja de funcionario, no se da por vencido. Su licenciatura en Derecho avala su tenacidad y su "apuesta por la integración". Ayer mismo, dentro del plazo de 24 horas previsto, presentó un recurso. "Da mucha rabia haber batallado toda la vida para ser autosuficiente y que haya cosas que los ciegos no podamos hacer completamente solos cuando existen medios de sobra. Es como una burla", manifiesta.

Reclamaciones como la de Carrey se han producido apenas dos o tres en las últimas décadas, según explica un oficial de la junta de Terrassa. Desde la ONCE, su jefe de Servicios Sociales explica que para la organización "el proceso electoral es un servicio público más, que el Estado tiene que hacer accesible como otros tantos", por lo que no tienen previsto realizar ninguna acción en la línea de la de Carrey.

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Recursos aparte, José Ángel acudió ayer a su colegio electoral de Rubí, con la intención de que constara en acta que quería votar pero no pudo ejercer su derecho al sufragio secreto. "¡Claro que sí, con dos huevos!", le animó un interventor.

Ahora espera la respuesta al recurso. "Y a continuar, ahora hasta el final", asegura.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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