EADS ataca en EE UU

Los buenos resultados alcanzados en 2003 por la European Aeronautic Defense and Space Company (EADS) le van a permitir, entre otras cosas, potenciar sus actividades de defensa y aviación en Estados Unidos, donde ya genera más de un un tercio de sus ventas y dispone de varios centros de producción, diseño y colaboración, con casi 2.000 empleados.

Un nuevo cliente se acaba de incorporar a los 129 pedidos en firme y las 50 opciones de compra del avión para más de 500 pasajeros, A-380

La división de defensa y la aviación comercial han respaldado los buenos resultados económicos del consorcio aeronáutico europeo

En su tercer ejercicio económico, la primera compañía aeronáutica europea, EADS, ha conseguido, a pesar de las consecuencias del 11 de septiembre, unos resultados económicos que no sólo le permiten remunerar a sus accionistas con 0,40 euros por acción, sino consolidar su posición financiera tras un año de reestructuración en el que han coseguido un beneficio neto de 152 millones de euros.

Su filial de aviación comercial Airbus, en la que participa en un 80% con el 20% restante en manos de British Aerospace, se ha convertido en el primer fabricante mundial de este tipo de aviones. Asimismo, Eurocopter acapara más del 50% del mercado mundial de helicópteros. Es también la primera compañía de lanzamientos comerciales de satélites, la segunda en sistemas de misiles y la tercera en satélites y aviones de transporte militar. En esta última se encuentra el A-400M que se ensamblará en Sevilla y que supone un tercio -19.700 millones de euros- del valor de los pedidos totales del consorcio. Asimismo, tras el pedido de 24 unidades del modelo de helicóptero Tigre por parte del Gobierno español, se espera tras las turbulencias electorales, la localización definitiva de la fábrica en España.

De cualquier manera, este ejercicio va a tener una característica importante para el consorcio europeo, como es la consolidación de su presencia en Norteamérica y en Asia, tal como han dejado patente los dos consejeros delegados del grupo esta semana en la presentación de resultados.

Uno de ellos, Rainer Hertrich, comentaba a este periódico hace unos meses la sorpresa que había supuesto para Estados Unidos el éxito de la filial de EADS de aviación comercial, Airbus, que en 2003 ha superado por primera vez en entregas a Boeing. Algo parecido a lo que les ha debido ocurrir con su filial de helicópteros, Eurocopter, que es también las primera empresa mundial de este tipo de aparatos.

Asimismo, el A-380 un avión con capacidad para más de 500 pasajeros, que ha sido denostado reiteradamente por la industria aeronáutica norteamericana, tiene ya 129 pedidos en firma, 50 opciones de compra y una nueva línea aérea que se ha incorporado como cliente en la últimas semanas.

Todas estas circunstancias, junto a su salud financiera, han permitido a los dos consejeros delegados mostrarse optimistas esta semana, respecto a su toma de posiciones en Estados Unidos. Dos centros de producción, uno de diseño y variada presencia comercial repartida en 20 localizaciones de 10 Estados, con un trabajo directo para 2.000 empleados que ya en 2002 alcanzaron unos ingresos superiores a 500 millones de euros.

Recientemente ha derrotado a sus competidores norteamericanos en la adjudicación de los aviones cisterna para la Royal Air Force del Reino Unido, lo que ha dado alas a los planes de reforzamiento de su presencia en Estados Unidos.

Pero para participar en el mercado norteamericano, según Rainer Hertrich, hay que ser realistas y estar implantado allí. Eso sí, cumplidos todos los requisitos, según Hertrich, a Estados Unidos no le queda más remedio que aceptar las reglas de juego "como todo el mundo. El mercado de EE UU no es fácil por las regulaciones que tiene, pero lo vamos a intentar".

Su colega, Philippe Camus, confirma sus deseos de expansión en EE UU y en Asia -han adquirido recientemente el 5% de Avichina, además de importantes subcontrataciones de Airbus tanto en China como en Japón-, "tenemos productos muy importantes en el sector de defensa" que se impondrán a pesar de las regulaciones del mercado norteamericano.

De cualquier manera, aunque no está prevista ninguna gran compra a corto plazo, según Camús, sí se realizarán adquisiciones de pequeñas y medianas empresas de Estados Unidos que sean interesantes tecnológicamente y supongan el acceso a nuevos mercados.