Donante de cultura

El patrimonio cultural del intelectual jiennense Cesáreo Rodríguez-Aguilera regresa a su provincia. A través de la Fundación que lleva su nombre, la biblioteca de la Universidad de Jaén ha visto incrementado su fondo con cerca de 4.000 volúmenes pertenecientes a la biblioteca privada que el escritor y jurista quesadeño tiene en Barcelona. Se trata de 4.000 volúmenes de literatura contemporánea entre los que destacan obras de amigos personales de Rodríguez-Aguilera como Borges, Cortázar, Vargas Llosa o Cela, entre otros muchos escritores.

José Ángel Marín, secretario general de la Fundación Rodríguez-Aguilera, explicó que los fondos donados a la Universidad de Jaén son "rarezas en muchos casos, de libros cuyas ediciones se encuentran ya agotadas", al tiempo que destacó que se trata de "un gesto más de la generosidad sin límite que Cesáreo Rodríguez-Aguilera tiene para con la institución universitaria".

Antes de estar disponibles para su uso público, los 4.000 volúmenes se someterán a un proceso de catalogación científica. Sobre la biblioteca particular de Rodríguez-Aguilera, el secretario general de la Fundación explicó que la parte de obras jurídicas se han donado al Colegio de Abogados de Barcelona y las pertenecientes al ámbito del arte se destinarán al futuro Museo Zabaleta de Quesada, localidad natal del intelectual. "De esta manera creo que culmina su voluntad de devolver a su tierra lo que le había dado, la sensibilidad por el arte y por el derecho", apuntó José Ángel Marín.

La Fundación Rodríguez-Aguilera nació hace dos años con el objetivo de propulsar e incentivar la investigación en el arte y la cultura del siglo XX. Gracias a la misma, la Universidad de Jaén muestra en el Espacio Cesáreo Rodríguez Aguilera cerca de 250 obras entre pictóricas y escultóricas legadas por él, "la punta del iceberg de su legado". Entre las obras cedidas destacan dibujos dedicados de Tàpies, Miró, Rafael Alberti, Eugenio D'Ors o el propio Picasso. También hay un cuadro de Carlos Mensa que Vargas Llosa vio en casa de Rodríguez-Aguilera y que eligió para ilustra su libro Pantaleón y las visitadoras.

El secretario general de la Fundación Rodríguez-Aguilera considera que, con la cesión de estos 4.000 fondos bibliográficos, no termina la labor de la fundación. "Por suerte, es inacabable, pero sí se le da un empujón definitivo" en lo que respecta a la cesión a la Universidad de Jaén de la parte documental.

Cesáreo Rodríguez-Aguilera (Quesada, Jaén, 1916) se introdujo en los ambientes culturales de posguerra de la mano de su paisano, el pintor Rafael Zabaleta, y desde entonces fue un protagonista privilegiado de los movimientos intelectuales más avanzados de la época, como era el que se vivía en la Residencia de Estudiantes, marco fundamental de la Generación del 27. Compatibilizó una intensa carrera judicial -llegó a ser hasta su jubilación presidente de la Audiencia de Barcelona- con una importante labor de crítico de arte y poeta. Siempre que puede acude a su Quesada natal, donde recuerda su entrañable relación con Zabaleta, pero también con otros artistas con los que entabló una gran amistad, como Eugenio D'Ors, al que considera su maestro, Picasso, Miró o Alberti.

Rodríguez-Aguilera Conde está casado y tiene dos hijos. Abogado de profesión, fue senador electo por Barcelona el 22 de junio de 1986 y miembro de la Diputación Permanente, de la Comisión de Educación, Universidades, Investigación y Cultura. También fue miembro de la Comisión de Justicia.

Este intelectual jiennense ha sido magistrado del Tribunal Supremo y presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona. También fue vocal del Consejo General del Poder Judicial y presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte. Autor de numerosas obras sobre derecho y sobre arte, fue distinguido con la cruz de honor de San Raimundo de Peñafort.