La cuota femenina se estanca

La cuota femenina en el Parlamento Andaluz ha ido en progresivo aumento a lo largo de las sucesivas legislaturas. Desde una presencia meramente testimonial en las primeras elecciones autonómicas, en 1982, en las que sólo siete mujeres consiguieron escaño -6% del total-, hasta las 41 diputadas elegidas hace cuatro años -37,6%-, media una distancia sideral.

Sin embargo, el objetivo de la paridad total está aún lejos y, a tenor de la composición de las candidaturas y de los vaticinios que apuntan las encuestas publicadas en los últimos meses, todo indica que en el Parlamento que se constituya tras las elecciones de mañana, la presencia femenina se mantendrá prácticamente inalterable. En la legislatura pasada ha habido 41 diputadas (24 socialistas, 15 del PP, y una de Izquierda Unida). En la hipótesis de que se mantuviera la actual distribución de grupos políticos de la Cámara, ésta contaría en la próxima legislatura con una diputada menos que en los últimos cuatro años.

Los datos estadísticos muestran que las cuotas femeninas introducidas por algunos partidos en las normas para la elaboración de candidaturas han resultado determinantes. De hecho, son las formaciones de izquierda las que más han permitido la participación femenina, si bien la única mujer que en los 22 años de historia del Parlamento ha tenido responsabilidades de presidenta de grupo o portavoz ha sido la popular Teófila Martínez.

El PSOE es con diferencia el partido con más diputadas, 24 sobre un total de 52, a sólo dos escaños de la paridad total, y es también la formación que más candidatas presenta al Parlamento Andaluz, el 47,7%, aunque el porcentaje la proporción baja hasta el 38% si solamente se consideran los puestos con posibilidades de salida. El objetivo de las listas en cremallera aún tiene alguna sonadas excepciones, como Málaga, agrupación que pese a tener como secretaria general a una mujer, Marisa Bustinduy, la cuota femenina en la candidatura es del 37% -seis sobre 16-, o Cádiz -seis sobre 15-. De repetir resultados, mantendría idéntico numero de diputadas.

En tres de las ocho provincias la candidatura del PSOE está encabezada por una mujer, Granada (Clara Aguilera), Jaén (Mar Moreno) y Huelva (Petronila Guerrero, que es la única que repite). En 2000 tuvo una más, pero hay que tener en cuenta que tres de ellas (Magdalena Álvarez, en Málaga, Carmen Calvo, en Córdoba; y Carmen Hermosín en Sevilla) son ahora candidatas al Congreso y han formado parte del Gobierno de Manuel Chaves.

Izquierda Unida y Partido Popular cuentan con igual número de mujeres candidatas, 49 (45% del total), apenas tres menos que el PSOE, pero colocadas en lugares menos preponderantes.

El PP ha contado en la última legislatura con 16 diputadas, el 34% de su grupo parlamentario, pero si lograra el mismo número de escaños que en 2000, perdería una. Los números globales del PP ocultan el papel secundario de la mujer en sus candidaturas. Por ejemplo, en Sevilla

cuenta con nueve candidatas -el mayor número junto a Málaga-, pero sólo una figura entre los siete primeros puestos. En Jaén, la primera mujer ocupa el cuarto puesto.

En dos provincias las candidaturas del PP están encabezadas por una mujer, en Cádiz, Teófila Martínez, que hace cuatro años se convirtió en la primera mujer que aspira a la presidencia de la Junta, y en Córdoba, María Jesús Botella, hermana de la esposa del presidente del Gobierno.

IU, que sólo tiene una diputada entre sus seis escaños actuales (16%), mantendrá a la sevillana Concha Caballero como única representante en la próxima legislatura, aunque tiene también una cabeza de lista en Almería, Isabel Rodríguez Vizcaíno, aunque con remotas posibilidades de salir elegida.

El PA se manifiesta como un partido plenamente masculino. Nunca ha tenido una sola diputada, ni cuando en 1990 consiguió su grupo parlamentario más amplio, 10 escaños. Aunque presenta 42 candidatas, 38,5%, ninguna ocupa puestos de salida y todos sus cabeza de lista son varones.