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ELECCIONES 2004 | Andalucía

Dos ministras del PP y dos consejeras socialistas se enfrentan en las generales

La batalla andaluza de las elecciones generales ha enfrentado a varias mujeres que son primeras espadas de la política. Las ex consejeras de Cultura, Carmen Calvo, y de Economía, Magdalena Álvarez, han abandonado el gobierno autonómico de Manuel Chaves y encabezan las candidaturas socialistas al Congreso en Córdoba y Málaga, respectivamente. Ambas, que se incorporaron a la Junta como independientes, han cumplido su primera legislatura como diputadas y un largo ciclo en el ejecutivo autonómico, -ocho años Calvo, y 10 Álvarez-. En su nuevo camino, las dos están llamadas a jugar un papel destacado en la política nacional, ya que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, las incluyó en el consejo de notables, un equipo de 10 asesores que ha trazado la estrategia electoral socialista.

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La cuota femenina se estanca

En el PP, dos mujeres que han tenido cargos ministeriales, la actual responsable de Cultura y Educación, Pilar del Castillo, y la ex ministra de Sanidad Celia Villalobos, encabezan las listas al Congreso por Granada y Málaga, respectivamente.

Al revés que las consejeras socialistas, del Castillo y Villalobos presentan trayectorias muy diferenciadas. La ministra de Cultura, que Aznar incorporó a su ejecutivo tras las últimas elecciones generales como independiente, es por primera vez candidata al Congreso, y ocupa plaza como cunera en una provincia con la que hasta ahora no tenía ninguna relación. Pero esta circunstancia no ha arredrado a Del Castillo que se ha saltado la estrategia de su partido y ha protagonizado el único debate cara a cara conocido en esta campaña, al menos en Andalucía.

Villalobos, por el contrario, es una vieja militante popular que por sexta vez consecutiva es candidata por Málaga, la provincia donde nació pero a la que llegó desde Madrid designada por la dirección nacional. Alcaldesa de Málaga entre julio de 1995 y mayo de 2000, cuando Aznar la designó ministra, Villalobos ha protagonizado una campaña menos activa de lo que solía. El enfrentamiento directo con Magdalena Álvarez -ambas protagonizaron sonoras discrepancias cuando coincidieron como alcaldesa y consejera- sólo se ha producido en la distancia, por la negativa de la ex ministra a participar en ningún tipo de debates, ni siquiera con los candidatos de los demás partidos. Las hemerotecas dejan de este enfrentamiento un cacareado cruce de declaraciones. Recién comenzada la campaña, Villalobos dio como argumento para no debatir con Álvarez que no creía en "las peleas de gallitos", afirmación a la que la ex consejera replicó que "gallina es quien se esconde y no acepta un debate".

Estas cuatro mujeres quizá acaparen el escaparate, pero no son ni mucho menos las únicas. PSOE y PP tienen una tercera cabeza de lista al Congreso en Andalucía. Los socialistas, en Jaén, a otro peso pesado del partido, Micaela Navarro, responsable de políticas de Igualdad en la ejecutiva federal, y los populares a Fátima Báñez en Huelva.

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De los 30 escaños que el PSOE de Andalucía tiene en el Congreso, 12 son mujeres (40%), y, en caso de repetir resultados, se incorporaría una más.

El PP suma en Andalucía 28 diputados, de los que siete son mujeres (25%), aunque la cuota femenina de esta formación se vería sensiblemente elevada si consiguiera repetir escaños, pues sumaría 11 diputadas (39%).

Desde 2000, IU no tiene ninguna diputada andaluza -en 1996 logró seis escaños, dos de ellos femeninos-, y sus tres escaños han estado ocupados por los mismos hombres que ahora aspiran a revalidarlos.

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