Kerry y Bush se disputan el voto hispano
La primera minoría de EE UU será clave en las elecciones de noviembre
Los hispanos, primera minoría de EE UU, no sólo tienen importancia electoral en las grandes concentraciones como California o Tejas. Su papel es tanto o más relevante en Estados pequeños o medianos: en Arizona, Nevada, Nuevo México y Florida, con notable presencia hispana, las elecciones de 2000 se decidieron por menos del 6% de los votos. Por eso, en esta primera fase de la campaña, el candidato demócrata, John Kerry -que ayer ganó ya por rutina las primarias del Sur- y el presidente George W. Bush cortejan agresivamente a los latinos.
Bill Clinton consiguió en 1996 el respaldo del 72% de los hispanos; cuatro años más tarde, Al Gore perdió diez puntos y George W. Bush logró el apoyo del 35% de la comunidad. Nelson Reyneri, responsable de la política para los hispanos en el Comité Nacional Demócrata, es el motor de una de las apuestas clave de su partido para ganar las elecciones: "Vamos a hacer un enorme esfuerzo para llegar a los hispanos, y lo vamos a hacer ya, sin esperar a la Convención, para conseguir un movimiento como nunca antes había tenido el Partido Demócrata".
Pero el Partido Republicano es perfectamente consciente de la importancia del voto latino. La Casa Blanca ha lanzado propuestas de legalización temporal de inmigrantes, de las que Bush habló el pasado sábado en Tejas con el presidente mexicano, Vicente Fox, al que también prometió eliminar los controles de seguridad por carretera para los mexicanos con pases fronterizos. Entre los primeros anuncios de la campaña de Bush hay varios en español emitidos a través de Univisión y Telemundo. "El hispano es muy independiente, está más dispuesto a oír a cada partido y las posiciones que cada uno toma en los temas", afirma Alex Burgos, del Comité Nacional Republicano en el Capitolio, que pone un ejemplo: "Cada voto es muy importante. En el distrito siete de Colorado, en el que un 17% son hispanos, nuestro candidato ganó en las últimas elecciones por una diferencia de 121 votos".
En Florida, el Estado que dio la victoria a Bush en 2000 por 537 votos cuando el Tribunal Supremo interrumpió los recuentos, la pelea es especialmente dura, no sólo por el voto hispano, sino por los antecedentes. John Kerry anunció allí una vigilancia especial para evitar nuevos escándalos: "No sólo queremos un récord de participación aquí; queremos que cada voto se cuente", dijo el candidato, que aseguró: "Vamos a controlar por anticipado, vamos a tener un equipo legal".
El gobernador de Florida, Jeb Bush, no sólo es hermano del presidente y está casado con una mexicana, sino que aspira a ser el tercero de la dinastía en llegar a la Casa Blanca. En noviembre, uno de sus deberes principales será garantizar el voto latino y apaciguar a los cubanos que han criticado a la Casa Blanca porque consideran que no ha mantenido una línea de firmeza con Fidel Castro. Nelson Reyneri cree que la comunidad cubana no es monolítica y confía en romper el apoyo que Bush tuvo hace cuatro años. Los demócratas celebrarán una importante cumbre de líderes hispanos en Miami a mediados de mayo para subrayar su compromiso. A Kerry le ayudaría tener como candidato a la vicepresidencia a Bill Richardson, gobernador de Nuevo México e hijo de americano y mexicana, aunque Richardson dijo el domingo que no aspira al puesto. "Sin duda ayudaría, porque aporta muchas cosas a un ticket electoral", dice Reyneri, que cree que lo que mejor convencerá a los latinos es el historial de la Administración: "El desempleo entre los hispanos está en el 7,4%, muy por encima de la media. Las propuestas de reforma de las leyes de inmigración no tienen apoyo en el Partido Demócrata, pero tampoco en el Republicano".
Alex Burgos admite que el debate sobre inmigración tiene muchos obstáculos y opiniones diversas en las filas republicanas. "Parece que no va a tener [la iniciativa de Bush] el impulso que necesitaría". Los republicanos quieren llegar al electorado hispano con mensajes de apoyo a los valores familiares, recortes fiscales y empleo. "Menos impuestos para pequeñas empresas, más educación, más escuelas concertadas, más atención a la cobertura médica", destaca Burgos. En la estrategia demócrata se destacará el incumplimiento de promesas en educación y la necesidad de reactivar los programas de empleo y de ayuda educativa a los hijos de inmigrantes. Reyneri, que trabajó dos años y medio con Kerry en el Senado cuando el candidato estaba en el Comité de Pequeñas Empresas, confía en que los latinos diferencien lo que ha hecho cada uno. "Creo que va a haber mucha publicidad de los republicanos, como la que ya ha empezado a salir en televisión, dirigida a los hispanos, pero cuando las cosas se han hecho mal, los anuncios no valen de nada".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.