Volkswagen lanza un plan de choque con el que suprimirá 5.000 empleos

Plan de choque para Volkswagen. Tras ver reducido su beneficio neto un 57% en 2003, el primer fabricante europeo de automóviles reaccionó ayer con un paquete de medidas para hacer frente al gris panorama económico y a la atonía de los principales mercados del automóvil. Entre las medidas figura un ajuste que afectará a 5.000 trabajadores de cuello blanco en todo el mundo, casi la mitad en Alemania, de una plantilla de 336.000 empleados. La mayoría se acogerán a jubilaciones anticipadas. El recorte afectará a España (unos 19.000 empleados), pero Volkswagen eludió concretar en qué medida. El plan pretende doblar el ahorro de costes previsto entre 2003 y 2005, que se elevará a 4.000 millones de euros.

El presidente de Volkswagen (VW), Bernd Pischetsrieder, no sólo admitió ayer "no estar satisfecho" con los ya conocidos resultados de 2003: un beneficio antes de impuestos de 1.529 millones frente a los casi 4.000 millones del año anterior y una caída del 57% del beneficio neto, que se situó en 1.118 millones, en gran parte por la fortaleza del euro frente al dólar. También auguró que, como no ve signos de recuperación en los principales y debilitados mercados del automóvil, el primer trimestre de este año arrojará un beneficio operativo "pésimo", aunque no habrá números rojos. Las acciones de la compañía cayeron un 3,17% en la Bolsa de Francfort.

Con este panorama por delante, que el éxito limitado de su modelo estrella y renovado Golf en su versión número cinco no contribuye a aliviar, Volkswagen aprovechó su conferencia anual en Wolfsburg para desbaratar las críticas recibidas por el consorcio sobre su concentrada apuesta por modelos de gama alta y de lujo, como el Phaeton, de aceptación escasa en el mercado. "Queremos estar presentes en todos los segmentos relevantes del mercado", subrayó Pischetsrieder.

El jefe de VW aprovechó la cita para anunciar un programa de medidas "preventivas" denominado ForMotion, que nace con el objetivo de "aumentar los ingresos y las ganancias, reducir costes y recortar más las inversiones del consorcio".

No habrá cierre de plantas

El plan, que en principio no incluye cierres de plantas (el grupo tiene 45 fábricas en 18 países), consta de siete partes y pasa por un relevante ahorro de costes, sin alterar por ello el desarrollo de los nuevos modelos previstos. En 2003 ya se pasó la tijera en 1.200 millones. Para 2004 se preveía recortar otros 1.000 millones. Con el ForMotion se quiere alcanzar un ahorro adicional de cerca de 2.000 millones a final de 2005. En total, 4.000 millones sobre 2003.

El principal ahorro se buscará en la reducción de costes del diseño y la fabricación del producto, con el reto de no renunciar a la calidad. De este ahorro, estimado en 800 millones en 2005 y en el que se quiere involucrar también a los proveedores de componentes, se encargará el español Francisco García Sanz. Este directivo avanzó que VW pedirá a su filial española Seat "revisar sus inversiones para ver de dónde puede ahorrar".

La segunda partida de ahorro (600 millones) vendrá de la reducción de gastos generales. Esto se logrará a base de reducir un 3,5% el personal de oficinas del grupo, cuyo total es de unas 150.000 personas, e incluye a los empleados que no participan directamente en la fabricación de un coche y sí el personal administrativo y dedicado al diseño. Esto arroja una cifra de 5.000 personas afectadas, unas 2.500 en Alemania y el resto repartidos por las diferentes empresas de la multinacional en todo el mundo.

Ningún país quedará al margen, aunque la repercusión será "muy atomizada". Tampoco España, donde en principio la medida debería afectar más a la filial Seat (con 14.000 empleados en Barcelona) que a la planta de VW en Landaben (Navarra), con 5.000 personas, un personal muy centrado en la producción. Pischetsrieder eludió concretar el impacto directo en España. Un portavoz de Volkswagen Navarra expresó su convicción de que el plan de reestructuración no afectará a esa planta, cuya dirección ha decidido declarar no laborables tres días de abril.

Mientras, fuentes de Seat expresaron la disposición de la filial a colaborar en el plan de ahorro de costes, sin precisar si el ajuste laboral tendrá repercusión en el empleo indirecto en Seat. El conseller de Trabajo e Industria de la Generalitat de Cataluña, Josep Maria Rañé, expresó su confianza en que el plan "afecte poco o no afecte" a Seat.

Una tercera medida, con la que se puede ahorrar 250 millones, va dirigida a replantearse la política de inversiones, que en 2003 ascendieron a 8.800 millones y cuya tasa de retorno se alejó en 2003 de su objetivo del 9% (en 2003 cayó del 7,4% al 2,2%).

Pischetsrieder precisó que se trata de "invertir con prudencia, sólo en proyectos que prometan retornos en línea con nuestros objetivos". A medio plazo, el ratio de inversión deberá estar por debajo del 7% de los ingresos por ventas (87.153 millones de euros en 2003, o un 0,2% más que en 2002). VW aseguró que la nueva política no alterará el desarrollo de los nuevos modelos previstos.

El resto de medidas tienen se orientan a lograr un mayor rendimiento del área comercial, explotar las ganancias potenciales de la división de servicios financieros, darle un vuelco a la división de vehículos comerciales, que en 2003 arrojó una pérdida operativa de 233 millones, y apretar las tuercas a las filiales extranjeras para que ganen más.