Marco dice que el TNC ha de ser un referente de la política teatral

El Gobierno de la Generalitat aprobó ayer el nombramiento de los nuevos miembros del Consejo de Administración del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), entre ellos el nuevo administrador general y consejero delegado Joan Francesc Marco. Los nombramientos se harán efectivos mañana. Marco señaló ayer a este diario que el TNC tiene que ser una pieza esencial y un referente de la política teatral.

Además de Marco, han sido nombrados miembros del Consejo de Administración del TNC el secretario general de Cultura, Francesc Vila; la directora general de Promoción Cultural, Assumpta Bailac; el director general de la CCRTV, Joan Majó; el director del Institut del Teatre, Jordi Font; el vocal de la junta del mismo centro Josep M. Diéguez, de ERC; el director teatral Pau Monterde, de ICV, y el director del Centro Unesco de Cataluña, Raimon Ribera.

El Teatre Nacional "no puede ser un chiringuito -y lo digo sin menosprecio alguno por la palabra- por muy estupendo que éste sea", consideró Marco. "No puede ser un ente aislado, al margen del bien y del mal, sino un elemento activo de la política teatral del Gobierno".

El nuevo administrador del TNC destacó su voluntad de diálogo. "Vengo predispuesto a escuchar y a hablar mucho con los profesionales de la casa, desde los técnicos hasta el director" (Domènec Reixach, que continúa en el cargo). "Y también con la gente de fuera, con todo el sector: la asociación de actores, las compañías, los teatros privados, la danza. Hay que ver qué espera la gente de esta institución". Marco expresó su convencimiento de que "ha de haber una buena colaboración y cooperación con todos" y recordó que el teatral "es un sector muy débil, que ha estado muchas veces pendiente de un hilo" y en el que las decisiones "tienen que mesurarse bien" para no provocar tensiones.

El perfil de Marco es muy diferente del de Josep Maria Busquets, a quien sustituye en el cargo. "No voy a hacer el mismo papel, no se me ha llamado sólo para administrar un presupuesto, habrá otras reglas del juego", señaló el nuevo consejero delegado, que considera entre sus tareas definir objetivos y proporcionar directrices.

Sobre la prioridad que la consejera Caterina Mieras otorga al despliegue territorial en materia de cultura, Marco matizó que es algo que está en el programa del Gobierno tripartito y que comparte mucha gente. "Es algo que yo mismo he reclamado desde otras responsabilidades", añadió. El TNC, en todo caso, "debe extenderse dentro y fuera" y sus producciones tienen que girar no sólo por rentabilidad económica y artística, sino también como un deber social.

En cuanto al Lliure, "no es un teatro que dependa del Gobierno de la Generalitat, pero dentro de este espíritu nuevo de hacer las cosas, de hablar y lograr acuerdos, es evidente que hay que trabajar mucho con el otro gran teatro financiado con dinero público". Marco vaticina una amplia colaboración entre ambos teatros. En cuanto a la entrada en el Consejo de Administración del director del Institut del Teatre -que forma parte con el Lliure y el Mercat de les Flors de la Ciutat del Teatre-, Marco manifestó que es lógico que el centro público de formación de profesionales y el TNC estén en diálogo permanente.