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LA CRÓNICA | ELECCIONES 2004 | Andalucía
Columna
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Primeras piedras

La colocación de primeras piedras se han convertido en un acto más al uso en las agendas de los candidatos en las campañas electorales. Hay mítines, ruedas de prensa y colocación de primeras piedras, aunque en verdad no todos los candidatos tocan todos los palos, según se ha constatado en esta campaña, en la que algunos han descubierto que tiene más rentabilidad empezar una obra que responder preguntas.

Antes eran las inauguraciones, pero los inicios de obras tienen la ventaja de ser a la vez ejercicio de balance y de promesa. Según la doctrina del ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, una primera piedra es la constatación de que el gobierno de turno ha trabajado, y a la vez la garantía de que seguirá haciendo cosas. Por ejemplo, la línea de alta velocidad Bobadilla-Granada cuyas obras teóricamente comenzaron el pasado lunes día 8, estará completada posiblemente en 2007, con lo que es fácil que su inauguración pudiera producirse en periodo preelectoral, o si acaso en plena campaña de las municipales. Las obras cuyo inicio, según Cascos, había que celebrar son de un tramo que no suponen más que el 2,5% del trazado total, y la mayoría está aún sin licitar.

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Esta misma doctrina dicta que la colocación de primeras piedras o traviesas son "actos ordinarios de la acción de gobierno que no tienen nada que ver con el calendario electoral". Eso dijo Álvarez Cascos el lunes cuando visitó el inicio de las obras de la mencionada conexión -la Junta Electoral de Andalucía prohibió que el acto consistiera en la colocación de la primera traviesa-, pero el ministro no abandonó el lugar sin hacer una severa advertencia: si el PSOE gana las elecciones se paralizarán todas las obras de infraestructura actualmente en ejecución porque la política económica que practicará no permitirá que haya dinero para pagarlas. No parece probable que el ministro hubiera hecho tal afirmación fuera del calendario electoral.

Para Álvarez Cascos, lo importante es que las obras empiecen, porque quiere decir que ya es una realidad. Lo mismo dijo Celia Villalobos sobre la segunda ronda de circunvalación de Málaga, que "es ya una realidad" porque el proyecto tiene estudio de impacto ambiental, y lo de menos, advirtió, es cuando podrán circular por ella los coches. Las rondas de Málaga ofrecieron el lunes, el mismo día que Cascos visitó las obras del AVE, su último gran atasco conocido, pero acaso los automovilistas ya no deben desesperar tanto porque el proyecto de la nueva ronda tenga ya su estudio de impacto ambiental.

Los ciudadanos juzgan a los gobiernos por sus obras. Que comiencen es sin duda una buena noticia -en Málaga por ejemplo sería jaleado el inicio de las obras del plan del puerto- pero no parece fácil que encuentren motivo de celebración hasta la colocación de la última traviesa. Las primeras piedras además hacen perder perspectiva, porque nadie se abochorna por el comienzo de unas obras que, como la depuradora de Fuengirola, fueron declaradas de urgencia en 1996.

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