_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Un cuento de la España que va bien

Pues, señor, érase una vez un descampado, en lo que más tarde sería la calle de Concha Espina de Madrid, donde el Estado decidió en 1950 levantar, próximos al campo de fútbol de Chamartín, tres bloques con 126 viviendas para sus funcionarios. Durante algunos años aún pasaban las ovejas por delante. Allí se alojaron y allí viven desde hace más de medio siglo una serie de familias, pagando escrupulosamente su alquiler.

Un buen día de 2003 -ahora por la calle ya no pasaban ovejas, sino más bien tiburones de las finanzas y otros animales- , el dueño oficial (Patrimonio del Estado) decidió poner esos pisos a la venta, para lo que tomó dos medidas: una, solicitar el desorbitado precio de más de tres mil euros por metro cuadrado, aunque los gastos de construcción de esos pisos están más que compensados por lo abonado desde 1950, y dos, expulsar antes de la venta a todo vecino "en situación irregular", es decir, a hijos o parientes cohabitantes con el inquilino original, si éste tuvo la mala ocurrencia de morirse después de la Ley de Arrendamientos de1995, que fija en un máximo de dos años la subrogación en alquiler.

Ni cartas, ni llamadas, ni ruegos, ni la propuesta de una fácil solución amistosa y social -extender la oferta de compra a los ocupantes reales- dieron el menor resultado. Ante la perspectiva de una sabrosa especulación, el mismo Estado que celebra bodas privadas en El Escorial se mostró en este caso inflexible: fallecido el inquilino después de 1995, hay que desahuciar a los familiares que osen seguir viviendo en los pisos. Aunque hayan nacido en ellos, como es mi caso, cuando aún pasaban ovejas por la calle de Concha Espina. ¿Quién va aquí bien?-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_