'Balseros', un filme discriminado
Debo felicitar cordialmente a Carles Bosch y José María Doménech por la fe y el entusiasmo que pusieron durante la elaboración de su documental Balseros. Dicen sus autores que la prensa ha dado escaso relieve a la presencia de su película en los Oscar. No es de extrañar, porque los informadores que revolotean alrededor de la mascarada hollywoodiense se ven influidos por esa actitud endogámica y autocomplaciente que domina en nuestra profesión cinematográfica. Posiblemente, para ésta y para sus voceros, vosotros debéis ser unos intrusos. También a los que procedíamos del campo cinematográfico siempre se nos miró con recelo desde las tribunas periodísticas de la televisión. Se trata de establecer falsas fronteras entre información y creación, entre periodismo y cine. Un empeño vano cuando en ambas orillas se emplea el mismo lenguaje de las imágenes en movimiento. Vuestro Balseros ha entrado por la puerta grande en el terreno de la cinematografía. Mal que les pese a algunos.
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