La oposición al trasvase pide la paralización de las obras y el PP minimiza la opinión de la UE

El Plan Hidrológico Nacional se apoderó ayer de la campaña electoral. Los recelos de Bruselas a financiar el trasvase del Ebro, que defiende el PP, trastocó los discursos políticos. El PP intentó minimizar el contenido del informe y garantizó la llegada del agua, mientras la oposición política aplaudió esta decisión y planteó la conveniencia de paralizar las obras del trasvase Júcar-Vinalopó. Los grupos ecologistas y la Fundación por una Nueva Cultura del Agua se felicitaron porque "la racionalidad" ha imperado en Bruselas y ha dado la razón a sus argumentos.

"El informe demuestra que los ecologistas no estamos locos" dijo un portavoz de Adena

La noticia se propagó a una gran velocidad y las reacciones se encadenaron a lo largo de toda la jornada. Antonio Estevan, de la Fundación Nueva Cultura del Agua, considera que el informe de los técnicos de Medio Ambiente de la UE deja claro que el trasvase del Ebro es "inviable, ruinoso y catastrófico". El portavoz del colectivo aplaude que en Bruselas haya imperado la "racionalidad". Ecologistas en Acción y WWF-Adena lamentaron que se haya "bloqueado" una política hídrica alternativa y sostenible. "Se ha perdido el tiempo con debates estériles, en proyectos inviables", declaró Estevan que aboga por la suspensión de las obras del trasvase del Júcar al Vinalopó. Sin embargo, el consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón aclaró que "el trasvase no tiene vuelta atrás" y recordó que Bruselas está financiando algunas obras en marcha, como la transferencia interna Júcar-Vinalopó.

Miguel Ángel García, de WWF Adena en Alicante, manifestó su satisfacción porque el informe "demuestra que los ecologistas no estamos locos, y ahora nos dan la razón". El coordinador del grupo parlamentario de Los Verdes en Bruselas, Gianluca Solera, dijo que "no me sorprende esta decisión, es la consecuencia natural de un análisis serio por parte de la Comisión". El portavoz del Los Verdes considera que "Bruselas debe debe asumir ahora el diálogo y la mediación que el Gobierno Español del PP no hace", para buscar una alternativa ecológica.

La noticia generó ayer desconcierto y decepción en la Asociación Valenciana de Agricultores, cuyo presidente, Cristóbal Aguado, seguía defendiendo, en los micrófonos de la SER, el trasvase del Ebro y pidió al Gobierno que aporte a Europa todos los documentos necesarios para que cambie de opinión. "La Unión tendrá que recapacitar porque si no le encuentra viabilidad social y económica al trasvase creo que la mitad de los proyectos que se hacen en Europa deberán ser cuestionados, el trasvase del Ebro es más viable que el del Ródano en el sureste francés". El secretario de la Unió de Llauradors i Ramaders, Joan Brusca, quiso ayer ser prudente en su valoración, informa María Fabra. "No conozco en detalle la resolución", y señaló que "aunque no creo que sea definitiva, puede frenar la financiación". Para Brusca, los informes de las direcciones generales de Medio Ambiente y de Economía de la Comisión Europea desvelan, en cualquier caso, que "si el Gobierno español no cumple la normativa europea, deberá rectificar su plan y adecuarlo".

En la esfera política, el presidente de la Generalitat y secretario regional del PP, Francisco Camps, acusó a los socialistas de generar dudas sobre el trasvase y aseguró que "no sólo el trasvase es una realidad, sino que el PP garantiza que su ejecución sea inmediata". El PP matizó que el informe no es definitivo e intentó minimizar su importancia. Sin embargo, los partidos en la oposición consideran que este varapalo de Bruselas confirma la "irresponsabilidad" del PP que defiende un proyecto del que se había advertido que era inviable. El secretario de Medio Ambiente del PSPV, Francesc Signes, declaró que la decisión europea es un "monumental fracaso" del PP que ha sido "incapaz, por su ineficacia e irresponsabilidad de diseñar un trasvase ajustado a las exigencias europeas". La coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos, mostró su satisfacción porque Europa les ha dado la razón, pero lamentó el tiempo perdido y las falsas expectativas creadas por el PP. "Generaron demasiadas expectativas cuando no estaba garantizado que el agua iba a llegar, y en todo caso si llega el agua será para la especulación y los campos de golf, y creo que utilizar el agua como efectos partidistas es una grave irresponsabilidad". El Bloc pidió la suspensión las obras del trasvase y calificó de "castigo" para el PP la opinión de Bruselas.