Sant Andreu se merece un crecimiento integrador

La ciudad de Barcelona ha obtenido un terreno de más de 100.000 metros cuadrados en el centro de Sant Andreu gracias a la compra, al Ministerio de Defensa, de las parcelas que ocupaban los antiguos cuarteles de Bailén. El destino de este gran espacio podría haber sido muy distinto. Pero ha sido voluntad del gobierno municipal poner en marcha una operación, a través del Consorcio de la Zona Franca -entidad pública presidida por el alcalde de Barcelona-, con el objetivo de conseguir estas parcelas para incorporarlas al barrio y dotarlas de gran centralidad y alta calidad urbana.

Será una parte nueva del barrio cuyo diseño debe responder al modelo de ciudad compleja característico de Barcelona. El Ayuntamiento ha iniciado ya el diálogo con el movimiento asociativo de Sant Andreu para sentar las bases de lo que ha de ser este espacio ciudadano: una combinación de equipamientos, zona verde, calles y la vivienda necesaria en la zona. Tiene que estar todo y además junto, mezclado. El espacio público; los equipamientos sanitarios, culturales y educativos; una correcta trama urbana, y un millar de viviendas -la mitad de protección-, pensando especialmente en la vivienda de alquiler, tan necesaria sobre todo para los jóvenes y la gente mayor. Tiene que ser un conjunto equilibrado que se ajuste a los parámetros de sostenibilidad que rigen las ciudades del siglo XXI.

Los cuarteles son una oportunidad para construir un barrio atractivo y de calidad

Y si éste es el objetivo, provocan perplejidad las acusaciones de especulación lanzadas alegremente desde algunos posicionamientos políticos cada vez que se habla de construir. Es justo lo contrario. Lo que hace el Ayuntamiento de Barcelona, en este caso y en tantos otros en la ciudad, es un ejercicio de responsabilidad, de liderazgo para solucionar los problemas que de otra manera quedarían enquistados si se limitara a no intervenir y dejar las cosas en manos de terceros. El hecho de haber buscado un socio, el Consorcio de la Zona Franca, para llevar a cabo la operación de compra de los terrenos de los cuarteles responde a la voluntad de acelerar el proceso, de poder construir los equipamientos y los servicios que necesita Sant Andreu con más rapidez.

Probablemente, detrás de estas acusaciones infundadas existe el ánimo de hacer demagogia con el objetivo de esconder una realidad claramente demostrable: el fracaso de las políticas conservadoras que han aplicado en los últimos años en materia de vivienda los gobiernos del Estado y la Generalitat. Ante la ineficacia demostrada por quienes tanto gritan ahora sin ofrecer alternativas sensatas, los ayuntamientos, y en este caso el de Barcelona, sólo pueden intentar paliar los nocivos efectos de la miopía política en materia de vivienda desde su limitada capacidad de endeudamiento.

Los cuarteles de Sant Andreu son una gran oportunidad para Barcelona de construir un barrio atractivo, de calidad. Una oportunidad de esas que se presentan sólo de vez en cuando, y tenemos que aprovecharla con la convicción de quien cree en los proyectos, en el modelo de ciudad abierta, compleja y habitable que es Barcelona, que cree en su gente para llevarlo a cabo. Ahora se ha puesto en marcha la etapa de diseño que lidera el Ayuntamiento, con un proceso transparente que quiere contar con la participación de todos y que, estoy convencido, culminará con el nacimiento de un nuevo barrio de gran interés y centralidad metropolitana.

Jordi Hereu es concejal del distrito de Sant Andreu.