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LA CAMPAÑA VA BIEN | ELECCIONES 2004
Columna
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Están que se salen

¡Cómo se han puesto por una broma! En definitiva, Ibarra sólo sugirió que los etarras detenidos por la Guardia Civil eran de atrezo. Mejor dicho: sugirió que "a lo mejor" hay gente que piensa eso. Lo dijo con ironía, pero es lo que tiene el humor inteligente, que no siempre le pillan a uno.

- ¡Aquí no hay libertad! -da Ibarra un drástico pisotón en el suelo. O, mejor dicho, cree darlo en el suelo. En realidad acaba de pisar a Zapatero.

- ¡Coño! -dice ZP, desoyendo el manual de campaña, que aconseja gritar cáspita en estos casos.

- Perdona, José Luis, ¡pero me exaspero!

Ibarra ha dado un golpetazo en la pared, y se descuelga el cuadro con la cita de Borges ("Me voy que tengo pis", un día que Borges estuvo vulgar) que ZP cuelga en su despacho. El cristal se hace añicos en el suelo.

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- Mira, Juan Carlos -dice ZP- dame un par de patadas y rómpeme la mesa, pero hazlo ya. Sintetiza, que tengo prisa.

- Si no se puede hacer ironías, me vuelvo a mi casa y punto en boca.

¡Dios le oiga!, piensa ZP cada vez que Ibarra coge una rabieta y dice que ya no habla más. La última rabieta fue cuando dijo: "Estoy de los políticos catalanes de todos los partidos hasta aquí". No se puede imaginar Ibarra hasta dónde están de él los políticos catalanes de todos los partidos. Así es el PSOE: lo más parecido a España. Ay, ay, pocas bromas con la cohesión territorial, ya lo dice don Luces Rojas.

- ¡Luces rojas, José Luis! ¿No ves las luces rojas?

- Sí, Felipe, rojas, verdes y amarillas. Es un semáforo, circulamos por Madrid. Es normal.

- Ah, bueno.

- ¡Estos tíos están manipulando el CIS! -aparece Pepe Blanco en el despacho con su túnica azul de estrellitas doradas y unas gafas tipo Rappel-. Ahora que ya no me salía el ahorcado en el tarot y vienen con una encuesta que les da mayoría absoluta. ¡Manipulan seguro!

- ¿Pero ya conocemos la encuesta, Pepe?

- No, claro que no.

- ¿Y por qué sabes que les da mayoría?

- Hombre, es lo lógico, ¿no?

- No nos confiemos, Gabi, no debemos confiarnos -dice Mariano Rajoy leyendo El mundo deportivo, decidido a ampliar su horizonte cultural, -acuérdate del mito del Odense-.

- ¿Qué mito es ese? ¿Quién era Odense?

- Unos modestos daneses que ganaron en el Bernabéu, eliminando al Real Madrid de la Copa de Europa.

- Te veo demasiado suelto, Mariano.

- Anda, Gabi, no fastidies. La ONU ha confirmado que no había armas de destrucción masiva en Irak. La guerra para traer la paz está a punto de desencadenar una guerra civil. Mueren por centenares. Nuestro ministro de Defensa se niega a dar explicaciones sobre el accidente del Yak-42, y resulta que yo voy por los mítines hablando de la corrupción socialista de 1994. Porque no me gusta decir palabrotas, Gabi, que si no diría que los tengo cuadraos. ¿No podríamos capturar un socialista y orinarle un poco encima?

- ¡Hombre!

- Después de las elecciones, digo. No me tomes por loco.

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