Penas de más de 450 años para los etarras autores del atentado de la plaza de la Cruz Verde de Madrid

La Audiencia Nacional ha condenado a penas que totalizan 462 años de prisión a los etarras del comando robacoches José Gabriel Zabala Erasun y Gonzalo Rodríguez Cordero, y a 457 años, al ex dirigente de la banda terrorista Ignacio Etxeberria Martín, Mortadelo, integrante del comando Madrid, por su participación el 6 de febrero de 1992 en el atentado con coche bomba contra una furgoneta del Ejército que transportaba personal militar y civil que prestaba servicio en la Capitanía General de la Región Militar Centro, en Madrid.

La explosión del artefacto, compuesto por 40 kilos de amonal, 4 tacos de TNT, cordón detonante y metralla, causó la muerte instantánea de los cinco ocupantes de la furgoneta: los capitanes Juan Antonio Núñez, Ramón Carlos Navia y Emilio Tejedor, el soldado conductor Francisco Carrillo y el civil destinado en Capitanía Antonio Ricote. Además 12 transeúntes resultaron gravemente heridos.

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A pesar de la condena, los terroristas únicamente cumplirán un máximo de 30 años de prisión.

La sentencia declara probado que Zabala y Rodríguez Cordero robaron un Opel Kadett blanco en la localidad guipuzcoana de Zarautz al que cambiaron las placas de matrícula en una lonja del municipio de Oiartzun. Además repintaron el coche de color gris y lo cargaron con material explosivo. Posteriormente, Zabala condujo el automóvil hasta Madrid, siendo precedido por Rodríguez Cordero con otro vehículo provisto de radio para comunicarse con Zabala. Ambos terroristas, que conocían el destino del coche bomba, dejaron estacionado el vehículo en las inmediaciones del hospital La Paz, a disposición de los miembros del comando Madrid.

Mortadelo y otros etarras no identificados se hicieron cargo del coche y lo estacionaron en doble fila en la plaza de la Cruz Verde. Los terroristas activaron el explosivo por un sistema de radio control al paso de la furgoneta militar.

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