Presidenta, y con sueldo
La llegada de Pilar González de Frutos, el 30 de junio pasado, fue una revolución para la patronal aseguradora Unespa y para la opinión pública. En muchos foros se criticó que la persona que había sido directora general de Seguros hasta noviembre del año 2002 pasara, en sólo unos meses, a dirigir la patronal donde están todos sus antiguos supervisados.
González de Frutos, llegó con un perfil muy político. Ella misma confiesa estar "muy orgullosa de haber trabajado con Rodrigo Rato", ministro de Economía.
El hecho de ser presidenta ejecutiva supuso cambiar el sistema de remuneraciones. Sus antecesores, Félix Mansilla y Álvaro Muñoz, no eran ejecutivos por lo que no cobraban por esta función. Pilar González de Frutos acordó, con Muñoz, desde enero de 2003 su fichaje como futura presidenta, por lo que, desde esa fecha, no podía aceptar ninguna otra oferta. Esta situación de prefichada, fue compensada económicamente.
Tras la negociación, entró en Unespa en julio con un salario bruto anual de 240.404 euros, (40 millones de las antiguas pesetas), revisable con el IPC (no con el convenio del sector), así como un pago único y no repetible de 36.000 euros.
El salario de la presidente de Unespa está en la media de lo que cobran otros máximos responsables de diferentes patronales. Como coche de empresa, la presidenta de Unespa ha escogido un Jaguar, modelo X-Type, que está adquirido en la modalidad de renting. En el caso de abandonar su puesto antes de 4 años, está acordado el cobro de una anualidad.
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